PERFECTA DIABLA

Zafiro en portada

Desde que tengo conocimiento he tenido claro que mi vida no me pertenece, siempre tenía que acatar las reglas que mis padres me imponían. Soy la hija de un coronel de Madrid reconocido por sus logros tanto en la milicia como en la política de España. Mi madre era una conocida pianista que solo vivía para mi padre y para su música. A la edad de dieciséis años mi padre falleció en un atentado y a los pocos meses mi madre le siguió, si, se suicidó porque no tenía razón para vivir sin él , como si yo no fuera lo suficientemente importante como para quedarse en este mundo. Con dieciséis años vine a vivir a Londres con mi tía, hermana de mi padre y su marido, no es que allá sido un gran cambio, mi tío trabajaba para el estado era muy estricto como mi padre y mi tía sumisa a él como mi madre, así que no fue problema adaptarme.

Estudie criminología en la universidad de Londres, me recibí con las mejores notas, porque al igual a mis padres, mis tíos me exigían ser la mejor y no voy a decir que fue fácil por que mentiría. Termine trabajando para  United Kingdom Special Forces fuerzas especiales de Londres, aunque yo no tenía interés en entrenamientos excesivos, ni en tácticas de combate, pero como dije antes nunca fui dueña de mi vida y tuve que hacer lo que se me ordenara como un soldadito de juguete. Yo soñaba con ser veterinaria, con una vida tranquila lo más alejada de la civilización talvez.

Luego de un eterno entrenamiento a mi tío se le ocurrió que sería una buena idea ingresarme al servicio secreto y así fue, trabaje tres años para ellos como siempre fui la mejor y me destaque. Pero no les basto ya tenía veinticuatro años y que mejor idea de casarme con alguien importante para estrechar relaciones ¿no?. Ese fue mi limite estalle como una bomba de tiempo, estaba harta quería mi libertad, mi maldita vida por una vez. Así que tome una mochila, mis documentos y un poco de ropa y me fui de Londres, volví a mi tierra natal, mi querida España. Todo marcho bien por un tiempo, antes de salir saque una buena cantidad de dinero de mis cuentas ya que tenía toda la herencia de mis padres que no estaba completa ya que mi tío la usaba supuestamente para mis gastos, pero era suficiente para vivir cómodamente. Empecé a trabajar en una empresa de importaciones y estaba feliz, sentía esa libertad que tanto añoraba, hasta que lo conocí.      

Richard Cortes, un hombre encantador lo conocí en una cafetería en mi hora de descanso. Después de ese día, nos veíamos todos los días en la misma cafetería a la misma hora, hasta que empezamos a salir y cuando quise acordar ya estaba enamorada de él . Richard era un hombre muy atractivo era inglés, se había recibido en manejo de empresas y en economía, toda su familia vivía en Londres pero él se había tomado un tiempo para buscar como él lo decía "eso que le faltaba y necesitaba". Salimos por dos meses hasta que por "accidente" quede embarazada, algo que a el parecía encantarle, quería casarse en ese preciso momento y no comprendía por que, hasta que llego el día de la boda.

Ese día fue el día que mi vida termino, ese maldito día donde me entere que Richard Cortes era el hijo de un gran empresario socio de mi tío, estaba parada en el altar con un hermoso vestido de novia, mirando cual sería la mejor alternativa para salir huyendo de esto, porque no había que ser muy inteligente para saber que estaba todo planeado para emboscarme y yo con todo mis estudios y mis estrategias no había visto ni una señal de esto como una novata. Por lo visto mi tío a visto mi intención ya que con una gran sonrisa se acercó y me abrazo por primera vez en su vida y me susurro - Piensa bien lo que vas a hacer recuerda que llevas un hijo en tu vientre- maldito bastado todavía tenía el tupe de amenazarme. Pero el maldito hijo de puta tenía razón el padre de Richard era muy poderoso no podría luchar con él, pero esto no se quedaría así, este coraje que sentía hoy me lo iba a tragar, pero esto se los iba a cobrar a cada uno de ellos lo juro frente a este cruz que hoy va a ser testigo de mi boda. 

Terminado el teatro de la iglesia y luego la fiesta que casi no presencie ya que me escabullí en casi todo el día, fuimos a un hotel cinco estrellas para comenzar la luna de miel, no dije ni una palabra en todo el camino. Cuando bajamos del coche Richard me extendió la mano para bajar cosa que ignore con éxito. Pero el muy cretino no se aguantó al hablar cuando llegamos a una hermosa habitación con pétalos de rosas y montones de estupideces más de recién casado.

-Vamos zafiro por cuanto vas a estar enojada, sé que no te jugué limpio, pero era necesario lo que hicimos,  ya no eres una niña, eres mi esposa y debes de dejar el pasado atrás - Tengo tantas ganas de llorar de impotencia ¿su esposa? ni mierda-