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Despreciable Alpha
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Capítulo

La Reclama como su mujer aun sabiendo que no lo es, su deseo de venganza es mas grande que no le importa lastimar a su verdadera Luna. Sus leyes estan por encima de todo, incluso amor, pero sus padres saben que Elizabeth es espcial y que no deben permitir que se enamore de la misma persona que la destruyó una vez, pero el amor por Damián Danworth hará que Liz, vaya en contra de lo que aun no conoce, pero, ¿podrá hacer lo mismo el alpha que todos odian incluyendo su propia familia?

Capítulo 1 CAPITULO 1

Alguna vez han sentido que algo… nos falta, un vacío extraño que no puedes llenar con nadie, no se si es la depresión por la que paso gracias a que soy una don nadie, tengo 18 años y estoy en mi ultimo año en la secundaria, pero mis padres no podían con todo así que tuve que optar por conseguir un empleo de mesera temporal, pero no duré mucho tiempo ya que me echaron porque no me acosté con mi jefe Es tan complicada mi vida y así ha sido siempre, incluso de pequeña me hacían bullyng ya que no iba con la mejor ropa o usaba el mejor maquillaje, incluso me apodaron zombi porque era pálida de pi

el y no era muy buena para mantener una conversación Aun recuerdo mi primer año, un chico me invito a la fiesta de graduación de los que se graduarían ese año, estaba tan emocionada porque por primera vez un chico guapo y sexy me invitaba a salir, pero, todo terminó en desgracia después para mi ya que lo descubrí hablando con uno de sus amigos diciendo que grabaría todo mientras me comportaba como la perra que soy —¿Pensando otra vez? —dijo mi madre logrando asustarme ya que no la vi entrar —Lo siento…—se ríe —Pensé que me habías escuchado cuando entré. —Lo siento es que… —Deja de mortificarte, ese hombre era un cerdo. —ella y papá lograron que ese tipo fuera preso pero al poco tiempo salió porque alguien lo ayudó creo que era el dueño de la cadena de restaurantes en la que trabaja —Mientras tu padre y yo trabajemos, podremos reunir lo suficiente para todo, incluso para los gastos de tus estudios… —No, mamá… yo quiero ayudarlos, pero… Ella besa mi frente y me dice que no me preocupe por nada, pero como no voy a hacerlo si ese sujeto me hizo quedar frente a todo el mundo como una cualquiera que buscaba desesperadamente la forma de salir de su miseria Me la paso buscando empleo por internet, en el periódico mientras escucho música y me sumerjo en mis pensamientos. Seguí buscando en el periódico algún trabajo que no tuviera que pedir que fuera pasante universitaria, mis ojos leen detenidamente pero no había nada y cuando estaba a punto de cerrar el periódico vi un pequeño anuncio donde solicitaban una niñera Nunca antes había trabajado limpiando casas, pero lo que pagaban era buen salario, aunque había escuchado rumores de ese lugar tenebroso, se me erizaba la piel de solo pensarlo, vivir en la ciudad no es fácil, pero supongo que ir a la entrevista no sería mala idea —¿Cariño, estas seguras de ir a esa mansion? —Necesitamos el dinero mamá y lo sabes. Además, no me conocen y yo tampoco, no creo que sea peligroso ir si estaba publicado en el periódico. Había rumores en de esa propiedad, de todo tipo, pero eran personas que seguramente viven aislados de las personas, “y quien no querría hacer lo mismo si las personas solo te destruyen” —Que Dios te acompañe hija —papá tampoco estaba de acuerdo, pero sabe que soy demasiado terca —Puedes llamarme si algo pasa, iré enseguida. —Ok Los abrazo a ambos y subí al autobús que me dejaría cerca de la mansion que está en las afueras de la ciudad, una hora y media de viaje fue lo que me demoré, había llamado antes y una mujer me dijo que me recibirían enseguida Arreglo mi cabello que se encuentra recogido en un moño, me veo en el reflejo de la pantalla de mi celular para asegurarme de no verme pálida “aunque es imposible”. Los enormes portones se abren, al caminar me doy cuenta que esta gente ama la naturaleza Una mujer rubia me esperaba, en la entrada, “Es muy bella” deduje que era la esposa del dueño de esta propiedad, me detuve cuando escuché un ruido provenir detrás del jardín, pero mi atención vuelve a la mujer que se acerca, al tenerla frente a mi, sentí que mi espacio personal estaba invadido asi que me alejé un poco de ella —Ven, pasemos a la entrevista. Sujeto mi pequeña cartera, me deja sola por un momento cuando toma una llamada, nuevamente escuché un ruido extraño pero lo ignoro cuando escucho que alguien viene hacia donde estaba, pensé que era la rubia pero no fue así, un hombre de al menos unos 50 años venia entrando y me vio y no pareció contento “¿Qué es esto?” La rubia vino nuevamente y cuando él la vio, la tomó del brazo con una rudeza que me lleno de miedo, luego ellos se acercaron a mí. —Escucha bien… Ella me dice lo que consiste el empleo que me ofrecen, y no me pareció tan mal, solo debía ver que su hija durmiera las horas de su siesta mientras ellos venían de regreso a esta casa, no tardarían mucho solo sería por esta ocasión y durante dos horas y si hacia todo bien, me pagarían mas de lo que ganaría en una noche como mesera así que acepté sin dudar Ella se fue con el hombre y yo me quedé sola, totalmente sola en la casa esperando que el dueño llegara, la noche empezaba a caer y mis padres me llamaban constantemente para saber si estaba bien. —Si estoy bien papá, escucha… no, no puedo irme, la niña sigue durmiendo y debo esperarlos hasta que lleguen, no. Como crees que van a ser unos asesinos, tienen una hija, ok, mira si no vienen en una hora, les llamaré. Comencé a desesperarme porque nadie venia, quería irme ya que comenzaba a darme miedo, cuando veo un auto llegar me sentí mas aliviada así que los esperé en la entrada, me preguntaron por su hija y les dije que seguía durmiendo “algo que me sorprende ya que un niño no duerme tanto” —Me tengo que ir. —dije precisada —Espera, tu pago. —la mujer me paga —Muchas gracias, sabía que eras buena. Sonrío en despedida. —Espera, no puedes estar esperando en la calle el autobús con ese dinero, —dijo el hombre —Damián, ve y deja a la chica a su casa. —No, enserio... no necesitan… —Por supuesto. —al voltear vi a un chico de mi edad, castaño y de ojos color ámbar, el aire se escapa de mi como si todo hubiese sido robado por él. Era tan apuesto que mi corazón seguía sin latir, no reacciona tenía una sonrisa ardiente y lo digo porque mis piernas me estaban fallando—¿Vamos?

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