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Tomando el tren azul

Tomando el tren azul

Roseana

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Capítulo

Sarah conoció al amor de su vida cuando aún era una niña. Soñó con ese chico durante todos los años que estuvo en el internado. Pero nunca imaginó encontrarse con él exactamente en el mismo lugar, el tren azul, de camino a casa. Y mucho menos que estaría empleado como capataz y la mano derecha de su padre en Mackerson Farm. Estaba completamente enamorada. Y aunque a João Mackerson le gustaba Tristán como su mejor empleado, nunca aceptaría su relación, no solo por la diferencia social y económica que existía entre ellos... Sino también por todos los prejuicios que hablaban por encima de todo en aquella hacienda, principalmente por su familia. Un amor que ha sobrevivido al tiempo ya la misma muerte. Una mujer capaz de cualquier cosa por encontrar la paz vengando el pasado, ojo por ojo, sangre por sangre. ¿Hasta dónde llegarías en busca de una terrible reparación del pasado?

Capítulo 1 1

- "Natasha, el jefe te llama", dijo Norton.

- ¿Qué quiere? - preguntó ella con curiosidad, levantando la cabeza e interrumpiendo su lectura.

- No me lo imagino -dijo él. - Pero adelante, dímelo -pidió con un guiño.

Natasha se dirigió al despacho del Director y llamó a la puerta.

- Adelante. - Oyó una voz al otro lado de la puerta.

- Buenos días. - saludó mecánicamente.

- Hola, Natasha. Toma asiento.

Natasha se acomodó en la mullida silla frente a su escritorio.

- Bueno, Natasha, creo que tengo un artículo muy importante para ti. Quizá esta sea la oportunidad que estabas esperando.

- ¿De verdad? - preguntó ella, inclinándose hacia delante en la silla, muy interesada.

- Sí.

- Cuéntamelo luego -pidió entusiasmada, casi sin esperar lo que él diría.

- Dejé en tus manos la historia del último viaje del tren azul.

- ¿Cómo? - preguntó incrédula.

- Así es - dijo el hombre emocionado.

- Pero esta no es la oportunidad que estaba esperando... Este artículo no me ayudará en nada.

- ¿Cómo podría no hacerlo? Este tren es el medio de vida de mucha gente, ¡señorita!

- ¿Y cómo me ayuda esto, Jonas? Usted sabe que este tren ya no tiene ninguna importancia. ¿Qué importancia tiene para la gente un tren que dejará de circular en el año 2000? Lleva circulando desde 1911... casi un siglo desde que este viejo ferrocarril unió los dos estados. Seamos sensatos: el hecho de que deje de funcionar no cambiará en nada la vida de la gente. Ya casi nadie lo usa.

- Natasha, eres periodista. Trabajas para este periódico y tienes que cubrir cualquier noticia que tu jefe considere importante. Sabemos que la historia no siempre es importante... A veces hay que retocarla un poco para hacerla más interesante -dijo con suavidad, tratando de no herir sus sentimientos.

- Jonas, ¡mírame! Estudiamos juntos en la universidad y hoy eres mi jefe y no consigo llegar a ninguna parte porque parece que no hay oportunidades. Me siento mal. A nadie le importa mi espalda. A veces incluso pienso que trabajo en el periódico Expresso sólo para escribir cosas que nadie lee para una columna que el dueño del periódico se empeña en no querer extinguir por puro capricho.

- Trata de inventar una buena historia, Natasha. Tienes que impresionar a tus lectores.

- Por favor, no quiero hacer esta historia. No creo que me haga ningún bien: ni personal ni profesionalmente.

- Natasha, necesito a alguien en el último viaje del tren azul. Eres la única aquí que tiene tiempo libre y sólo escribe para una columna. Es más, siempre me pides que me acuerde de ti cuando tengo algo diferente. Estoy seguro de que te estoy dando una oportunidad, sí. Si no lo ves así, tómatelo como una petición especial. Te quiero allí.

- Vaya, voy a enterrar lo que queda de mi casi carrera. ¿Qué podría encontrar interesante allí? - dijo casi para sí misma.

- Quiero cualquier cosa, Natasha, pero tenemos que estar allí para el último viaje en el tren azul. Sé que algunos pasajeros siguen insistiendo en utilizarlo, a pesar de que pueden hacer el trayecto mucho más rápido con otros medios de transporte. Está la cuestión de que mucha gente se quedará sin trabajo. También sé que hubo un tiempo en que estuvo a punto de ser retirado de la circulación, pero alguien sobornó a los gobernantes para que siguiera sobre raíles. Hoy, los gestores de los dos estados insisten en "jubilar" el viejo tren y terminar la autopista que une los dos estados. Incluso están pensando en crear una ruta turística para esta carretera.

- Insisto en que la historia es irrelevante para que la publiquemos. A nadie le importa este tren.

- Eso es lo que tengo para ti, Natasha -concluyó Jonas, organizando unos papeles y levantándose.

Ella comprendió que la conversación había terminado para él.

- Me pregunto qué podría escribir sobre este tren que pudiera interesar a alguien. Mi primer artículo fuera de la columna, ¡y ya está!

- Si tienes que hacerlo, inventa una historia que les interese. Quiero algo en mi escritorio en tres días.

- ¿Tres días? - Estás preocupado.

- ¡Tienes que ser rápido! El tren sale a las 10 de la noche hacia Tulipa. El viaje dura poco menos de 24 horas... Más el tiempo de vuelta. Piensa que este tren fue una vez el más importante del país cuando empezó a circular.

- ¡Increíble! Casi 24 horas en un viejo e incómodo tren. ¡No puedo creer que vaya a hacer esto! - se lamentó, levantándose de su cómoda silla.

- Natasha, un buen periodista lo es en cualquier situación. No importa sobre qué escriban. Si tienes talento, y sé que lo tienes, conmoverás a la gente en cualquier circunstancia.

- Jonas, ¿cómo has conseguido tener tanto éxito? - preguntó Natasha con curiosidad al que había sido su novio en un pasado no tan lejano.

- Siempre he escrito con el corazón, Natasha. Sabes que siempre me ha gustado escribir, indagar e investigar. Confieso que en algunas situaciones no he sido todo lo sincera que debería.

- Quizás debería haber seguido la línea que tú seguiste... Páginas policiales. Creo que es de lo que a la gente le gusta más oír hablar: gente que ha muerto o ha resultado trágicamente herida. Robos, hurtos, tiroteos y tristeza.

- ¡No pudiste! Acabé dedicándome a esto, pero no creo que me guste. Siempre estoy persiguiendo noticias tristes, como tú mismo mencionaste. Por supuesto, me acostumbré. Pero el hecho de vivir siempre con la muerte no me gusta. Aún tienes una oportunidad... Estás empezando, Natasha. Puedes elegir escribir sobre la vida... No te pases la vida escribiendo sobre la muerte. Todavía puedes elegir el amor sobre el dolor. Si quieres ser más feliz, eso es lo que tienes que hacer.

- Me asombra oír eso de ti, el mejor estudiante de la universidad. Si quisiera escribir novelas, sería escritor, no periodista. Tengo un compromiso con la verdad para los lectores del Jornal Expresso.

- Te digo que a algunas personas no les gusta leer la verdad.

- ¿Intentas convencerme de que invente una historia interesante?

- ¡Qué difícil eres! No intento convencerte de nada. Te estoy dando un consejo, eso es todo. ¡Sobre la vida personal, supongo! Ahora necesito que te vayas, tengo muchas cosas que hacer. Compra tu billete y haz el último viaje en el tren azul.

- Bueno, será el último viaje en el tren y el primero para mí", confesó.

- ¿Nunca has viajado en el tren azul? - preguntó impresionado.

- Por supuesto que no. Nací a finales de los años setenta, la época de los grandes inventos tecnológicos. Si quiero ir a Tulipán, cojo un avión y llego en tres o cuatro horas. Mientras que en ese horrible tren tardaré casi 24 horas. - Todavía estaba un poco molesto.

- No te subestimes, Natasha. No seas tan grosera contigo misma.

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