Mia Alcaraz
Le puede gustar
LA CHICA
YorickoP "La chica": ella era una habitante de la calle, analfabeta, sin apellidos, cabello rubio, ojos con evidente heterocromía, muy delgada, sucia, con la ropa raída y edad incierta.
Un día fue atropellada por el auto super lujoso de un hombre serio, calculador, amargado y despiadado que tuvo que detener su camino porque había muchos testigos alrededor y con sus teléfonos listos grabando todo, así que le ordenó a su chofer que saliera y se hiciera cargo de lo que fuera que hubieran golpeado.
Al tenerla en el automóvil el olor nauseabundo que desprendía ella, lo asqueaba, pero solo fue una primera impresión, el tiempo lo hará desearla, anhelarla y buscarla con desesperación.
Juego de ambición
Katherine Petrova -¿Cuánto tiempo? -escupe Katherine, con los ojos llenos de odio.
-No importa -susurra Alexander, con el rostro tenso.
-Por supuesto que importa -Lya se pone de pie, con el labio partido temblando, el corazón desbocado, sin importarle que está desnuda-. Porque estoy embarazada.
El silencio cae como un trueno en la habitación, haciendo que el aire se vuelva más pesado.
Alexander la mira fijamente, frunciendo el ceño, incapaz de creerlo.
Katherine jadea, como si le hubieran arrancado el aire de los pulmones.
-¿Qué acabas de decir? -murmura él con un tono frío.
Lya coloca una mano temblorosa sobre su vientre. Era ahora o nunca.
-Voy a tener un hijo tuyo... y es un niño.
Katherine se queda inmóvil. Ella y Alexander nunca habían podido concebir. Y ahora, la otra mujer, la amante, le había dado lo único que siempre había deseado.
-No... eso no es posible -susurra Katherine, negando la realidad, relajándose visiblemente en los brazos de su esposo.
Pero la verdad está justo frente a ella, y el veneno en su mirada se vuelve letal.
-Si crees que te dejaré quedártelo... estás equivocada -la voz de Katherine es letal-. No tendrás nada.
Lya mira a Alexander, buscando algo... cualquier cosa... pero él solo aparta la mirada.
-Vístete y lárgate -fue lo único que dijo.