Lili Morgan
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Nuestro pacto de amor
Eva Gutierrez Clara tomó la caja de bombones. Fue a abrir uno, pero Darío se le adelantó y lo hizo por ella. Le extendió el chocolate en su mano.
Ella, sin dudarlo, lo mordió suavemente y de una forma bastante sugerente, sin dejar de mirarlo a los ojos. ¿Cuándo se había vuelto tan atrevida? No lo sabía.
Cuando se terminó el bombón, lamió con suavidad el dedo de Darío para limpiar el chocolate restante.
-Clara... -le susurró él con una sonrisa sensual-. No me tientes de ese modo, chiquilla rebelde, o no lograré controlarme...
-¿Por qué? ¿Qué es lo peor que puede pasar? -respondió ella con una ceja elevada.
Darío sonrió con malicia y se levantó de su asiento.
Con un solo movimiento, la cargó y la subió en la mesa. Una vez más, lo tenía en medio de sus piernas, y esta vez sí que no planeaba detenerse...
***
Al quedarse huérfana a los diecisiete años, Clara Hidalgo se ve obligada a buscar empleo para sobrevivir. Comienza a trabajar como empleada doméstica en la lujosa residencia del ardiente, reservado y seguro de sí mismo Darío Andrade.
Sin embargo, Darío no solo carga consigo el peso de llevar uno de los apellidos más influyentes del país y la mirada atenta de su despiadado padre, sino que también está comprometido y muy cerca de tener la boda más esperada del año en el mundo de los grandes negocios.
La atracción entre Clara y Darío es casi instantánea y electrizante, y los llevará por el peligroso camino de una relación tan apasionada como prohibida.
Su romance pondrá en riesgo el futuro de ambos y revelará, además, un gran secreto que envuelve el pasado de Clara y que puede cambiar por completo su vida y la de todos los que la rodean.
¿Podrá su amor sobrevivir a todas las diferencias, mentiras y perjuicios que los separan o terminará por extinguirse el fuego entre los dos?
Suya por venganza
Atena S Leah Bennet es una joven tímida, guapa, estudiante de élite y protegida hija de un temido policía de Manhattan. Vive una vida ordenada, inocente, y su única amiga es Erika, con quien comparte todo... o casi todo.
Una noche, Seth Bennet, su padre, le confiesa que ha matado a Levis Russo, la mano derecha del temido Max Ravello, el capo de la mafia conocido como La Bestia. Leah no alcanza a comprender las consecuencias... hasta que al día siguiente, un coche negro la sigue. Esa misma tarde, desaparece sin dejar rastro.
Max Ravello se le conoce por no tener piedad. Secuestra a Leah para enviar un mensaje al hombre que destruyó a su familia criminal. Pero cuando la ve por primera vez, algo en ella lo detiene: su mirada. Su inocencia. Su silencio valiente. Leah le planta cara, incluso temblando de miedo. Él la llama "ángel". Y jura que será suya, de la forma que quiera.
Leah, rota y asustada, intenta convencerlo de que la libere. Él le da una opción cruel: o se queda, o su padre muere. Leah acepta quedarse. Cuando Erika, preocupada por la desaparición de su amiga, va a visitar a su hermano Max, descubre que la tiene cautiva. Le suplica que la libere, pero Max promete solo mantenerla encerrada... por ahora.
Leah empieza a escribir un diario con sus pensamientos. Y en él, sus deseos. Porque aunque lo detesta, no puede negar que Max despierta cosas que no ha sentido jamás.
La tensión entre ellos crece, y en medio del peligro, el deseo se convierte en adicción.
En ese infierno de poder, pasión y secretos, ambos descubrirán que la mayor venganza... es enamorarse. De Granada a París.
nathalie_nic El karma toma decisiones de las cuales no somos partícipes. Haciendo que nuestro mundo giré tan bruscamente, que nos marea y caemos de bruces. Las decisiones que tomamos afectan a nuestro futuro, así sean malas o buenas.
Así paso con Samuel.
Estaba enamorado de su mejor amiga —y aún lo está, aunque no lo acepte—. En el pasado la tentó y salió perdiendo, mejor dicho, los dos salieron perdiendo, mirándolo de un punto de vista particular.
Fueron cinco años sin verse, sin siquiera escribirse. De alguna manera se olvidaron mutuamente. Mas, en sus conciencias siempre quedo un recuerdo de lo que pudieron ser y no fueron.
El karma siempre te da lo que siembras.
Y a ellos les dió una segunda oportunidad, porque se lo merecen.
Allí, bajo la Torre Eiffel, estaban de nuevo, cara a cara y de la mano de ella venía una adorable sorpresa, con cinco años de edad...