KTMM1997
Libros de KTMM1997(2)
A través del fuego
Urban romance La vida de Arleth no ha sido nada fácil.
Tras la inesperada muerte de su madre, la pequeña queda en manos de su padre, un hombre desagradable, avaro, y mezquino.
Nunca se ha interesado por el bienestar o felicidad de su hija. Tan poco le importa su hija, que la entrega a David Black, como pagó a una deuda.
David Black es un hombre millonario, desalmado, arrogante, soberbio, lleno de misterios y un pasado turbio.
Balck está muy lejos de ser un hombre cariñoso, someterá a su antojo a la pequeña Arleth, arrastrándola a una vida mucho más infeliz de la que ya llevaba con su padre.
Tras un intento fallido por escapar, Arleth no tiene más opción que ser sumisa, a cambio recibe más malos tratos, insultos, gritos, y amenazas.
Sin embargo no todo está perdido, Ella tendrá la oportunidad de empezar de nuevo, aferrándose a la venganza, a través de la venganza conseguir nacer de nuevo.
Por otro lado, el hombre sin alma, se vera dominando por sus pasiones, despertando en su corazón sentimientos desconocidos para él.
Esté hombre con tanta experiencia,cree conocer todo sobre la vida, pero al amor no le importa quién sabe más. PEONÍA. rebeldía, nobleza, belleza, y amor.
Romance -Le han mencionado que es usted un hombre bastante solitario.- le dijo, captando la atención de Alexandre.
Estiro el cuello y ladeo la cabeza para ver a la persona que le hablaba.-Alteza,- dijo sorprendido cuando vio a la joven princesa,-¿Qué hace usted aquí?.- preguntó con intriga.
-Lo observo.- contestó.
-Alteza, debería entrar al salón, la noche es bastante fría.-sugirió.
-¿No cree que el cielo es precioso?,- preguntó alzando la vista al cielo.
-Si, lo es,- respondió el joven, haciendo el mismo gesto.
Ambos se quedaron por algunos segundos perdidos observando en el gran cielo oscuro. las brillantes estrellas se reflejaban en sus ojos.
-No le gusta bailar.- dijo Alice de repente.
-Su alteza, ¿esa es una pregunta o una afirmación?.
-¡oh, por supuesto que es una afirmación!, sin embargo me gustaría escuchar una respuesta, no sea que lo esté juzgando mal.
El joven de inmediato reparó la descompostura con la que la princesa le habló. Quitó la mirada del cielo y miró a Alice. Le puede gustar
LA CHICA
YorickoP "La chica": ella era una habitante de la calle, analfabeta, sin apellidos, cabello rubio, ojos con evidente heterocromía, muy delgada, sucia, con la ropa raída y edad incierta.
Un día fue atropellada por el auto super lujoso de un hombre serio, calculador, amargado y despiadado que tuvo que detener su camino porque había muchos testigos alrededor y con sus teléfonos listos grabando todo, así que le ordenó a su chofer que saliera y se hiciera cargo de lo que fuera que hubieran golpeado.
Al tenerla en el automóvil el olor nauseabundo que desprendía ella, lo asqueaba, pero solo fue una primera impresión, el tiempo lo hará desearla, anhelarla y buscarla con desesperación.
Juego de ambición
Katherine Petrova -¿Cuánto tiempo? -escupe Katherine, con los ojos llenos de odio.
-No importa -susurra Alexander, con el rostro tenso.
-Por supuesto que importa -Lya se pone de pie, con el labio partido temblando, el corazón desbocado, sin importarle que está desnuda-. Porque estoy embarazada.
El silencio cae como un trueno en la habitación, haciendo que el aire se vuelva más pesado.
Alexander la mira fijamente, frunciendo el ceño, incapaz de creerlo.
Katherine jadea, como si le hubieran arrancado el aire de los pulmones.
-¿Qué acabas de decir? -murmura él con un tono frío.
Lya coloca una mano temblorosa sobre su vientre. Era ahora o nunca.
-Voy a tener un hijo tuyo... y es un niño.
Katherine se queda inmóvil. Ella y Alexander nunca habían podido concebir. Y ahora, la otra mujer, la amante, le había dado lo único que siempre había deseado.
-No... eso no es posible -susurra Katherine, negando la realidad, relajándose visiblemente en los brazos de su esposo.
Pero la verdad está justo frente a ella, y el veneno en su mirada se vuelve letal.
-Si crees que te dejaré quedártelo... estás equivocada -la voz de Katherine es letal-. No tendrás nada.
Lya mira a Alexander, buscando algo... cualquier cosa... pero él solo aparta la mirada.
-Vístete y lárgate -fue lo único que dijo.