Entre balas y fuego
re
stido
lanca y esta
me pongo lo
s mi segunda máscara esta noche. Me
botella, fíjat
s jeans flojos y la blusa negra con mangas a los costado
estoy d
va
bajando las escaleras, al llegar a la sala sumida en os
o, al instante un ataque de risa se me sale, el cual paga muy caro mi diversión, pero me consigue otra mu
olloce frotán
doy cuenta de que alguien está atrás mío, so
tearte y darme la cara-Qué voz
io miedo, volteo
zando, Leo-Resp
che u
tra la mesita porque
uien se coló. ¿Por qué no
e quería levantar
es de irme cuando sien
Señorita Cruz
iero llegar tarde-Di unos pasos confi
las de no dejarla salir para hacer activida
a R
de la anti
eguidor del
usque esa diversión, pu
ma casa que yo, tenemos muchas habitaciones
dijo
mama
dedicándole una mirada llena de in
ás que hace
es muy natural, me gusta con
to de sus manos hasta su cuello, me acerque a su
haber dej
ía, besaba y lamía su piel, note un tatuaje por debajo de su
de su blusa y quise sacarla
o con la voz
?-Pregunte c
ido, además yo
i no lo quisiera, usted-apreté, su entrepierna duro y
ntiendo su erección en mi estómago. Nuestros rostros quedaron a centímetros cerc
que m
ración en mi cuello, unos besos, mordiscos, lamidas, lo mismo que le hice
y sobre la tela empezó a lamer y succionar, el pezón no tardo en erguirse para
su blusa y empece a tocar la piel de s
vertí, se
Leo. Debiste
ios, pero me saco de una vez por todas la blusa, mis senos quedaron libres a su
iendo y se sacó su blusa, admire un to
y quitarle su pantalón. Una mano me apretó las caderas, entendí y mis piernas se enredar
ernas se hicieron gelatina. Su lengua me lamió el labio inferior, una invitación muy clara para dejarlo
os son tan suav
s, necesito sent
favor. T
a vez por todas me saco mi pantalón jean junto con mi ropa interior dejándome expue
ás sensible ocasionando que empuje mis cadera
húmeda po
emí su
lujuria, sus ojos se oscurecieron y de una
pero solo se