Login to ManoBook
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Entre balas y fuego

Entre balas y fuego

Eliz;

5.0
calificaciones
554
Vistas
19
Capítulo

Lorena hija de uno de los mafiosos más peligrosos, es una chica que ha simple vista es hermosa, atractiva, cálida y un sin fin de buenos adjetivos, pero por el reciente atentado hacia su vida, su padre le pone un guardaespaldas Él, una persona decidida, fría, atractiva, un peleador por excelencia, cuida de una niña rica que es más que una mimada, fría, calculadora, sin remordimientos, ni arrepentimientos y juega con la muerte a su antojo. Desde ese suceso sus vida estará en constante peligro Leo podrá salvarla Lorena se podrá salvar ¿Ellos se pondrán salvar?

Capítulo 1 Capitulo 1

Lorena

Una habitación

Cuatro paredes blancas

Un frío adormecedor

Un olor a desinfectante

Una puerta marrón

Una cama dura

Y ese pitido desagradable

¿Una cama de hospital?

Espera ¿Un hospital?

Estoy internada en un hospital

Me siento tan tranquila, mis músculos están relajados y sin ningún poder sobre mi cuerpo.

¿Qué pasó?

Recuerdo haber estado en una rueda de prensa por los nuevos productos, las preguntas idiotas de los reporteros que no vienen al tema principal, un sonido sordo de bala, el empuje del guardia del lugar y de ahí todo es oscuridad en mi mente.

Supongo que al empujarme me golpee la cabeza y perdí el conocimiento, por eso, estoy en el hospital.

No siento mi brazo derecho

La sensación del los medicamentos está desapareciendo, así que trato de levantarme empujando mi brazo derecho, pero un dolor no me permite ni siquiera moverlo.

No me doy por vencida, hago lo mismo con el brazo izquierdo y me logro levantar recostándome en el espaldar de esta mugrosa cama. Al querer salir de la cama notó que una intravenosa está en mi mano derecha, me la quito para poder irme de este sitio lo más pronto posible.

Rebusque mi ropa y cuando di con ella me quite la bata y sentí un dolor punzante en todo mi brazo derecho, me lo inspeccione con la otra mano y mi mirada analítica notando unas vendas que presionan ¿una herida?

Eso quiere decir que me dispararon.

Que fue casi un trabajo excelente.

No me acuerdo de eso.

Quizás ese fue el impacto por el que estoy aquí.

Me coloqué la misma ropa con la que sucedió el atentado hacia mi vida a una velocidad lenta pero cuidando mi herida. Salí con la cabeza en alto con una sonrisa y resonando mis tacones por el pasillo que está tan desierto, lo que me indica que es un piso VIP.

Llegué hasta el ascensor con una gloria estampada en mi rostro porque saldré sin complicaciones del sitio.

Me quedé quieta esperando hasta que se abran las puertas metálicas, pero la suerte no está conmigo hoy, así que cuando se asoma el interior veo a Roberto hablando con un hombre.

Sus ojos van directos a los míos, entonando furia y desafiando mi actitud rebelde hacia su persona.

-Deberías estar en tu habitación

-No me gustan los hospitales, además estoy bien.

-No te pregunté tu opinión, te ordenó que vuelvas a la habitación

-No quiero estar aquí, estoy...-Salió del ascensor y me tomo con rudeza mi brazo herido y jalo hasta llevarme a dónde quería.

Me dolió un montón su brusquedad, pero aprendí a nunca mostrarle debilidad a ese hombre que se dice mi padre.

Me lanzó hacia el sofá y su rostro no mostró ni un ápice de preocupación por mí.

-Hola, estoy bien, gracias por preguntar-Mi mal humor y sarcasmo lleno el ambiente tenso y me dio una mirada furiosa y des aprobatoria

»No volveré a salir sin supervisión. OK. Nos vamos, ya me estoy hartando de estar en este mugroso hospital.

-No, nos iremos por tu descuido, casi pierdo a mi única heredera. Te vas a quedar hasta que te den de alta, y ya tendrás quien te cuide.

-Entendido, capitán

-A mí no me hables con sarcasmo.

-Yo puedo, yo quiero, lo hago, además usted ya no puede tener más hijos, así que me aguanta.

Pase mi vista por el hombre que hace unos minutos vi junto a Roberto. Es tan serio y parece una estatua. ¡Ah! Nos vamos a llevar tan bien.

Es el nuevo guardaespaldas de mi querido padre, Roberto, al cual como a los otros puedo hacer que trabajen para mí, informando todo lo que hace.

-¿Y ese?

-Tu guardaespaldas

-Qué gracioso-Una risita se me salió-No lo necesito.

-Sí, lo que pasó lo aprueba.

-Sé cuidarme sola, además iba a contratar a alguien más.

-Pues mira, te facilite el trabajo.

-No, gracias Roberto

-De nada hija

Y se fue dejándome con la palabra en la boca, me la va a pagar.

Fijé mi vista hacia ese hombre de músculos, a simple vista pude detallar que es frío, centrado, acata órdenes, es atractivo, su cuerpo fue hecho por dioses y está para comérselo.

Carajo, maldita la falta de sexo, me está afectando.

Maldito sea Roberto por controlarme

Luego de analizarlo un poco mi mirada fue a sus ojos vacíos color verdosos, quizá envié a alguien a buscar su expediente.

-¿Cómo te llamas?

-Leo

❤️🔪🤍

En verdad creyó que me iba a quedar aquí, pues no, después de una larga conversación con mi médico y un fajo de dinero, él me dio de alta.

Leo tiene las llaves de mi carro, ya que no puedo conducir. Nos subimos y pongo en el GPS la dirección de mi casa.

Parece que sabe conducir estos autos, cómo se contrae sus músculos al mover el volante y esa palanquita en forma de bolo me excita un montón, tengo un fetiche con sus manos que sacan de quicio

Maldita sea, tengo que saciar mis deseos carnales.

Tal vez mañana vaya a una fiesta y me saque estás ganas

El transcurso del hospital hasta mi casa es largo, tengo la oportunidad de entablar una conversación con Leo para no aburrirme y no seguir pensando cosas que me afectan.

-¿Has trabajado con otras personas como guardaespaldas?

-Sí, hace muy poco que me despidieron, ya no necesitó mis servicios-Su voz tan ronca hizo que mis pelos se erizarán.

-¿Cuántos años tienes?

-30-Tres años mayor que yo.

Ya entramos un poco en confianza, es hora de cambiarle en contrato a Roberto para que esté a mi favor y no en contra

-Leo hablemos seriamente, Roberto te contrató para cuidarme y también para que le informes lo que hago. ¿Verdad?

-Sí, señorita.

-Te pagaré el doble para que solo me cuides y le das falsa información de lo que hago.

-No, quien me contrató fue su padre.

-Pues te hago un nuevo contrato.

-No puedo firmar un contrato, si no se termina el otro.

-Te pago el triple.

-No, gracias-Nadie me rechaza de ninguna manera y en ninguna situación, esos dos me las pagarán.

Conocerán a Lorena Cruz

Seguir leyendo

Quizás también le guste

Gato escaldado, del agua fría huye

Gato escaldado, del agua fría huye

Lee Dicks
4.8

Se suponía que mi matrimonio con Mathias me haría la mujer más feliz del mundo. Aunque sabía que él no me amaba, pensé que se enamoraría de mí una vez que lo colmara de amor. Ya pasaron cinco años y Mathias me trataba como a una cualquiera. Para colmo, conoció a su verdadero amor y cortó todos los lazos conmigo por culpa de ella. Él la presentó a todo el mundo; algo que nunca hizo por mí. Su infidelidad me llevó a la depresión. Me sentía totalmente destrozada. Tristemente, incluso en mi lecho de muerte, mi supuesto marido nunca apareció. Cuando volví a abrir los ojos, sabía que el destino me había dado una segunda oportunidad. Yo todavía era la esposa de Mathias y pasamos dos meses antes de que conociera a su verdadero amor. En esta vida, me negué a que él volviera a lastimarme. Consciente del gran error de mi antigua yo, le pedí el divorcio. Mathias rompió los papeles del divorcio una y otra vez y al mismo tiempo me encerró. "¡Rylie, deja de hacer estupideces! ¡Hacerte la difícil no me funciona!". Para demostrarle que hablaba muy en serio, seguí adelante y solicité a la justicia. Finalmente entró en pánico. Abandonó a la "mujer de sus sueños" y se arrastró a mi lado. "Por favor, dame una segunda oportunidad, Rylie. Te prometo amarte con todo mi corazón. Serás la única mujer en mi corazón de ahora en adelante. No me dejes, ¿de acuerdo?". Una guerra estalló en mi mente. Por un lado, no quería que me hicieran daño otra vez. Pero, por otro lado, no quería dejar ir al hombre que amaba tanto. ¡¿Qué debo hacer?!

Tú amor Duele

Tú amor Duele

Monik.A.B
5.0

Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro