Una madre por contrato.
bé. Era consciente de que la enfermera podía tener razón, pero no podía soportar que el pequeño siguiera llorando y mucho menos permitir que lo entubaron cua
oblema, luego giró el rostro para observar a Eva buscando su aprobación y se quedó maravillado con la imagen que encontró, su hijo estaba comiendo, se había agarrado a l
respondió alzando su mirada, quedándose por un momento sin habla ante la
y tratarlo con respeto y hasta temerle, pero ahí sentado a un lado de ella y con su hija en brazos era solo un hombre guapo, feliz de carg
no le he agradecido por lo que hizo tanto por mí, como por m
parecer corrientes, pero para él se veían hermosos con ese brillo tan peculiar de felicidad en la
que lo era, pero cómo creerlo cuando su expareja se la pasaba siendo infiel. Por supuesto que su amiga le
o caso- respondió bajando levemente la
vió a quedarse dormida y él se levantó p
amante que había pasado a buscar a la joyería más cercana - nadie pensaría que es mi esposa si no tie
e diera la mano, por lo que acomodo muy bien al pequeño en uno de sus b
había pensado que algún día sería la esposa de alguien, sobre todo porque e
arían bien porque había comprado la suya de la misma medida. Necesitaba no perder de algún modo esa intimidad que se había dado e
á otro anillo en su dedo, el más importante, la alianza que demostrará nuestra unión.-Se giró de nuevo para observarla- preferirí
a serlo, por supuesto que lo deseaba, además no se creía capaz de alejarse del pequeño Airón, aho
co si hay o no hay una fiesta. Soy feliz solo con ser su es
ma con fuerza y cerrando los ojos de forma involuntaria antes de separarse, había algo en ella que le resultaba at
egundos y sin pronunciar una palabra más salió de la habitación. Debía volver a la oficina y asegurarse de que su abogado tuviera listo el contrato, debía controlar sus emocione