LA BAILARINA DEL CEO
su clase ¿Para qué te querría?". Era cierto, al ser un invitado del evento lo convertía en un magnate de la ciudad, pero no logré ver su rostro, ¿Cómo se suponía que sabría quién era?
sus propias decisiones. Asintió satisfecha y se retiró, para mi suerte. Tome el autobús hasta el supermercado, al llegar tome un carrito y comencé a guardar cosas, necesitaba llenar la dispensa. Me sentía vigilada y la verdad comenzab
Isabella?
n, ¿y tú?
tí una punzada en el pecho, pero
.-alargué y el asintió-, A
la. Saludos a
bía escuchado. Me giré mirando para todos lados, pero no vi a nadie con un teléfono o algún aparato electrónico. Me sentía confundida, sé que
ografía? Suspire con pesadez y entré, guarde todo en la alacena. Aproveche el día libre para limpiar todo, sacar cosas antiguas y ropa que no usáramos. Preparé el almuerzo, ya
dose a mí y dejando un beso en mi
regunté-, Recoge tú bolso
ndió con ilusión, sabía que le encantaría esa propuesta, amaba tocar
egunté y asintió
e en el evento de talento d
sueño ser una gran pianista-respond
ble no hacerlo. Soy genial-
a comer-avisé sirviendo los
en que la recibieron sus compañeros y lo divertido que era poder pertenecer a clubes. Lo cual solo significaba una cosa para mí, debía trabajar muy duro para mantenerla así, feliz, contenta, plena. Me da
a? ¡Debo ser su mejor amiga! Además, es muy buena persona, asiste los fines de semana como vo
bes?-divertí y ella se rio-, Y si claro que puedes hacerlo,
! Iré a cambiar
oincidencia. Estaba algo nerviosa, esperaba internamente que fuera solo una paranoilla. Amy se arregló y salimos juntas al bulevar, iríamos a su tienda favorita. "Mojo Beauty". El camino fue rápido ya que para nuestra suerte el departamento se encontraba en una buena zona. Al ent
ientras arrastraba un carrito de compras ll
haciéndome carcajear. Era tan ocurrente, sumándole que la tienda mantenía buena y movida música, estalle en risas al verla usar unas medias co
o o invierno?-divertí, ya que h
saldría así!-re
z verla disfrutar de mi compañía, al final terminó decidiéndose por unos vestidos muy bonitos y acordes a su edad, unos zapatos y un collar. Luego de pagarlo todo, salimos con las bolsas y caminamo
e una paloma. Venía quejándose y maldiciendo su mala suerte. A pesar de que le dije que ha
Will?-pregun
ndió. Lo mire confundida, no recordaba haber orden
dejar a Amy con sus compras en su habitación, me dispuse a abrirlo. Tenía mucho miedo, así que rompí el lazo enorme que tenía y quité la tapa, era una zapatilla de ballet. La que solía usar cuando lo practicaba hace años, sabía que era mía porque mi
ailar, sin duda alguna el mejor re