DESEO PROHIBIDO- 2da edición

perdido el desayuno

a muye. poco Tuve pr queobable, ir a la o comi

me dio un adelan

ente para al menos

ita

car a Miguel, pero

ería ser conocido

pidiendo favores. Ne

que el hombre que

Así que salí de la pe

en busca de mis met

pronto se secaría b

la comisaría, nadie

tró la denuncia de agr

os que presentar. Sol

to fui a la calle p

on Miguel. Habría l

quilar uno de los mo

no necesitabas juga

mediodía cuando por

austo de caminar, ham

Aún así me obligué

, ya sean tiendas de

de cualquier ocupac

ro no obtuve nada, ni

aurante para que me d

arecían ocupados, o

uendo no tan social

o inspiraba confanz

una población que

ancia a las aparienci

omún entre las person

rtiría, solo te

trabajo toda la

punto de que yo estaba temb

a, consideré seriamente

peoraría las cosas.

ña plaza cercana, espera

rutar de la brisa que

esa n

lujo, como los habí

le cercana y me diero

, solo para seducir al c

o. Parecía tan fácil

aría con mi hambre

rmir. Sin embargo,

ituiría. No podía renu

seguir intentándolo,

odo saldría bien, si

ta

o, pensando en otr

te escuché el r

ncluso de mirar hacia

gu

al? — preguntó par

ladrillo, quit

una vez más fui cap

por tu magnetismo,

da a no volver a invo

a de malla negra qu

n construidos de su cue

físico delicioso, tan

stacionar en la vereda

voz más débil q

unca estaci

. Esta ciudad

lencio durante

da mi cuerpo, no con

mbres, estaba mi

a cuando me encontró

a mí. ¿No encontrast

i siquiera vive aquí

so sonó como una

iv

solo. Estoy bien

ertado. - ¿Estás de hum

os

de sonreír, mu

puesto. C

el otro casco de

d

y envolví su cuerpo fu

con su calor aún más

e la camisa. Realmente

br

e tanta mala suer

se acerque a m

probaría un poc

a vez solo para m

ese día. Estaba segur

grad

staurante moderno

r donde había pasad

ramos, la recepcion

tado con desprecio antes, mo

el, tan amplia que p

sus ojos marrones

rendente en absoluto, e

r mujer tendría esa

po. - el desvergonzad

ia abajo, más allá de sus

ributos. De la mis

por completo el gesto,

su

homo

o está

y bien

una mesa para dos. Por

omunidad, Manuela. -

nos saludamos c

estra concentración es

rs

gunos de los clien

nos observándome c

ome, nos acomodamos

nos permitía ver el e

, sin saber qué ped

o, tan grande era el

na feijoada, pero eso

para comer para el día s

próxima comida? Pobr

r en una moto vieja y

contraría una mane

dos en la ciuda

d muy grande. La

ío es bastante

oce a nadie. ¿Ya

esconcertado mientr

er el desfle de la

usta el

laba en serio cuando

r qué deci

que pensar rápido, l

a comida que salía d

previsto que tendrí

rado, porque la verdad

onstruir. Fui re

CAPÍTU

respondí, miran

— Me fui porque me

s se entrecerra

qué te e

algunos clientes del res

ubie

endo completamen

urante unos meses cuand

a juntarse con los cl

mucho más rentable,

lo estaba omitiendo l

s casi cuatro años de

aca

oso rostro en si

minación, rechazo o in

ita, pero nada de

impasible, su

n ser muy conser

as cuánto. Pero

ser alguien en la vida

tra