Él sanó su corazón quebrantado y brillante
ísa
é, el agua caliente un consuelo temporal, y salí de mi habitación. El olor a café y pa
rodearon por detrás, y su ba
Bernardo, su voz un retumbo bajo
iva. Se sentía como una araña arrastrándose por mi piel. Luché contra el impulso de estrem
gnorarla. Acarició mi cuello, s
te-. Las cosas se complicaron en l
é, diciéndole que estaba bien. Simplemente me quedé allí, una estatua en su a
que su agarre se a
loí
ra mi
ra y me giré para enfrentarlo. Mi expresión
o? -pregunté, mi voz tranquila,
ta, por mi falta de emoción. El Bernardo que conocía habría esp
o demasiado suave. Me buscó de nuevo, una mirada de preocupación
sus ojos, la sutil tensión en su mandíbula. Era un mentiroso magistral,
razo, este más urgen
-susurró en mi cabello-. No sop
Y me estaba sa
je, mi voz ahogad
básica y física. Era un paso por debajo de la confr
ndiéndose por su rostro. Pensó que le habían da
mos, hice
tado con aguacate y un huevo pochado perfecto, una guarnición de
que podía pensar era en el texto que había visto en su teléfono. El qu
sobras. Yo era la suplente, la sustituta, incluso para sus desayunos de discu
ndome con esa mirada seria y co
a comida sabía a
bueno
rcando el plato-. Necesi
n momento, luego su ex
ernos un chequeo físico completo. Solo para estar seguros. Conozc
patibilidad perfecta con Dalia. Ya lo comprobamos». La conversación del salón de puros resonó en
o -dije, apartando mi pla
pero con un borde inflexibl
El guante de terciopelo sobre el puño de
e, con la
ía, mi teléfono
vito! Necesitas un descanso de ese
ue no. Pero hoy, era
e en mi mente-. Te veo en el
oportunidad de fingir que todo era normal
co. Había movido hilos para acelerar los resul
, pulmones, hígado... y dos excelentes riñones. -Sonrió, una sonrisa triunfante y
, mi estóma
terreno. Ver has
ás esta investigación de bioimpresión es un callejón sin salida. Estaba con
tado descansando en m
a aguda-. Estamos tan cerca
o su rostro-. Y... estoy cansada de esconderme. ¿Cuándo le vamos a
ez se desvaneció, reemplazada p
.. no lo entenderían ahora mismo. Con los prob
icada, tan suave. Tomó m
oco más. L
a forma de mantener a su pequeña científica en su jaula hasta que
n gesto que no pa
eña sonrisa conciliadora-. Lo pe
anejado, a su brillante pero maleable pequeño
-