Él sanó su corazón quebrantado y brillante
ísa
l de mi laboratorio, un lugar donde hombres como Bernardo Ballesteros se repartían el mundo con un whisky de malta. Me deslicé d
retumbante que solía hacer que mi corazón se acelerara. Ahora, me revolvía el estómago. Me agaché detrás de una gran palmera en maceta, mi corazón latiendo contra mis co
ante, de enfrentarlo, cuando una v
labras mientras arremolinaba el líquido ámbar en su vaso-. Ahora que finalmente amarras
za que mis uñas se clavaron en mis palmas. Lo sabían.
puro, la punta brillando como un malévolo o
l riñón bioimpreso es casi viable. Lo está h
ajo de mi vida, de mi pasión, como si fuera una herramienta que h
rvino otro amigo, Leo, con una sonrisa cruel
, un sonido bajo y confiado q
plan de
No me digas que vas a dejar ir a tu masc
ió Bernardo, su voz plana y fría-. Compatib
n jadeo que no pude reprimir. Un plan de respaldo. Yo era el plan de respaldo. Mi propio cuerpo era la garant
sonido bajo
pensar que ella simplemente... se va a dejar y ace
ue conocía demasiado bien. Era la sonrisa que usaba cuando estaba cerrando
de su puro-. Siete años es mucho tiempo. La gente se...
s íntimos y privados que pensé que eran nuestros, compartidos en el espacio sa
Todos estaban sonriendo-. ¿Así que solo le mostrarás las cinta
nte. Cree en la pureza de la ciencia, en la santidad del amor. Un poco de humillación pú
do mi amor, mi confianza, mi
nas con eso?
hombros, la imagen del
dico. Si falla, soy un héroe que convenció a una 'donante desinteresada' para salvar la vida de mi prometida. La junta de Grup
año. Toda mi existencia, mi amor, mi genio, se habían reducido a do
hombres en el rincón se desvaneció en un rugido sordo. Salí a trompicones del sal
calientes y furiosas. ¿Cómo pude haber sido tan estúpida? ¿Tan ciega? Durante siete años, había creído que esta
e la universidad, un titán en el campo biomédico. Me había advertido sobre Bernardo, a su manera sutil y académica. Había
star, mi voz un su
. Sa
Lamento la hora. Pero la junta del Instituto Alpino se reunió esta noche. La dir
nstalación de alto secreto, financiada por el gobierno, enclava
ado completamente el pensamiento. El dolor y la rabia en mi pecho
pausa al
a pasada dijiste que no podías de
anando fuerza-. Él ya no es u
l trabajo es altamente clasificado. Tendremos que organizar tu... extracción. Discretam
quebrándose con una emoción dife
ión eterna y entrelazada. Recordaba el día claramente. Estábamos en mi pequeño departamento, la luz del sol entrando por la ventana, el aire oliendo al café barato que solía be
a lo reemplazaría cuando finalmente pudiéramos ser públicos. Qué tonta
zarme a ser una «donante desinteresada»? ¿Quería
e moví para buscar refugio. La lluvia fue un shock bienvenido, una sensación física que adormeció momentáneamente el infie
anipuladores. Había subestimado a su «pequeña científica ingenua». Pensó
ó a temblar, no por la lluvia, sino por el puro peso del trauma emocional. El mundo comenzó a gi
el pavimento frío y duro
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