La Curandera Humillada, Venganza
siniestra, los sirvientes, con rostros pálidos y movimientos nerviosos, se apresuraron a limpiar los r
odidad palpable en sus rostros, la burla había desapar
r el cambio en el ambie
ra hacerlo más divertido, por qué no dejamos que nuestros invitados participen! ¡Cualquiera qu
ciosos recorrió a un grupo de hombres de negocios cerca del escenario, el juego se
entro, su vestido de seda brillando bajo las luc
l estómago, "no te pongas así, es solo un juego, míralo por el lado bueno, si d
ados, abriendo los brazos
olo hizo lo que creía correcto, quizás sus métodos son... ext
su trampa tan fácilmente, la vieron como la pacificadora, l
e!", escuché decir a
omática, esa Cami
nalmente estalló dentro de mí
bloroso, "¡Deja de fingir, bruja mentirosa! ¡Fuis
e falsa bondad de su rostro, pero Alejandro se interpuso
a mi hermana!", rugió,
estar aterrorizada, una lágrima falsa roda
cientemente alto para que todos la oyeran, "e
a más insultante q
ó Alejandro, su voz er
muro de juicio, me sentía como un anim
cegándome, traté de buscar esa conexión de nuevo, pero el do
azar, sin sentir n
una m
ije, mi v
hacia adelante, conte
ó un socio de Alejandro,
n fuerzas
zo otra seña
o, la colocó en el suelo y, con un movim
ompió, la tie
en el suelo hizo que v
húmeda, había algo pequeño, del tamaño
bota del guardia lo aplastara por
ueño y dimi