La Curandera Humillada, Venganza
sica que intentaba partirme en dos, las luces de la fiesta se volvieron borrosas
temblaba s
aba en el jardín, sino en la penumbra de
en el campo, los médicos decían que nunca volvería a caminar, su cuerpo inmó
ada fría y precisa, vi mi propia sangre, oscura y espesa, gotear sob
cada día qu
oración que susu
pedazo de mi vid
se
as plantas con mi esencia vital mientras él dormía, sintiendo cómo mi prop
ue un milagro, en una semana, movió los dedos de los pies, en un mes, estaba de
voción que pensé que
a", me dijo, sus ojos llen
e respondí, "nuest
vuelta a la pesa
d había de
odrido y convertido en
rota, intentando darme la vuelta, i
lo de banco, sus dedos se clavaron en mi piel, m
a vino caro y a traición, "no me vas a
utando del drama, Camila se a
a", dijo con una voz melosa, "mira, está asus
soltó una
o más interesante! ¡Si Sofía gana, me casaré con ella mañana mismo! Pero si pierde... no solo quemaremos
a, era una tra
la mesa con la
, escupió la palab
as, todas se veían iguales, todas olían a tierra fresc
n un
ida que solo y
ando el murmullo de la multitud, busc
es
ero inco
uvo sobre una
riendo los ojos, "e
hizo una seña a uno de sus guardias de segur
lejandro con una frial
e hacia adelante, pero e
darlo un segundo, la arroj
a los leños ardientes, la tierra y las
ió después silenc
e, en su lugar, un humo espeso y rojizo se elevó hacia e
olor a pla
tálico y cobri
por completo la planta, vi una luz tenue y pulsante en su cor
nto de