Memoria cautiva
mezclaba con el sonido de las sillas arrastrándose, las hojas de los cuadernos pasando y los m
ca seg
igo simplemente no la veÃa. "No hay nadie ahÃ", habÃa dicho con total seg
se sintiera fuera de lugar. Gabriel intentó concentrarse, pero cada vez que d
hacer algo. Se levantó con rapidez y caminó hasta la última fila
rÃas pod
e. Gabriel sintió un escalo
o único que p
de descifrar. No era miedo ni sorpresa,
-dijo en voz baja, como si habl
dedor del aula, pero los demás estudiantes
s? -pregunt
un instante, l
lamo
que lo dijo hizo que sonara extraño, como si n
tragó
ces que no d
mo si estuviera evaluando si debÃa d
están diseñadas pa
escalofrÃo recor
é co
ra responder, alguien lo lla
l! ¿Vien
etenido a esperarlo, c
sta hacia Elena, per
a que habÃa estado sentada estaba vacÃa. No ha
aula, Samuel lo m
uién ha
ó un momento
n n
algo le decÃa que, hasta que entendiera qué esta