MARCADA POR EL DESTINO
: Tentació
on el ceño fruncido. La noche anterior, había encerrado a Isabela en la habitación con la intención
arrepentimiento. Er
a. No solo porque lo desafiaba cuando nadie más se atrevía, sino p
sos ojos azules que brillaban como cristales... Era un imán,
iro, tomó u
a una de las
na edad apareció c
eñ
sequedad-. Llévala a la habitación de inv
resa, pero no preguntó nada. S
-
staba abierta. Se levantó de golpe, sorprendida, y
me pidió que la lleve a su n
o entendía qué
é me dej
solo cump
igma. Pero no iba a quedarse en esa habitació
e. Tenía una gran cama con sábanas suaves, un vestidor ll
e la proximidad con la habitac
-
iar el sueño, pero el insomnio la
erta se abrió con
cuando una sombra
br
ó, sentándose en la cama
ó lentamente hasta la orilla de su
-murmuró, con una
no se alzó y empezó a jugar con su cabello,
inmóvil. No esper
el, con voz baja-. Pero
ecer. Era la primera ve
se movió. Al contrario, dejó caer sus dedos sob
intió un
s eso...
sonrió l
or
e no q
ose por su cintura. Era un roce l
ndo su rostro al de ella-. Pero tampoco me
staba jugando con ella. Pero lo peor
vantó las manos y l
. No se apartó de inmedia
suspiró y
surró antes de sal
erró, Isabela soltó u
o. Y no estaba segura de cuánto