MARCADA POR EL DESTINO
Las reglas
e Isabela mientras sostenía la pluma entre sus
lo, su agarre firme, dominante. Sus
tió, su voz ba
os temblaron al abrir la boca, pero no pudo e
papel y firmó su nombre. Apenas terminó, Gabriel le arrebató
jando el contrato
u cuerpo. Algo en su mirada oscura le a
ó de brazos y l
s a seguir al pie de la letra -dijo con to
n silencio, sin apar
no saldrás de esta m
ela se revolvió. La
hablarás con
so se
s? -se atrevió a preguntar, su
onrió con
necesito que otros
era la regla en sí, sino la seguridad con la que é
peor vin
ras se acercaba a ella-. Si quiero tocarte,
ó un paso, su res
pued
rrumpió con una
cintura, acariciándola con lentitud. Isabela se estremeció y apre
apretó con firmeza su trasero,
ntó la mano y le p
esonó en la
da fue lo único que delató el golpe, pero su expresión se
recorrer su columna. Tal
sujetó del cabello y la obligó a mira
sitas aprende
rastró por el pasillo. Isabela gritó,
ión, Gabriel abrió la puerta
hasta que aprendas
giró justo cuando él ce
Gabriel le dirigi
ntes de que te atrevas otr
, la dejó encerrada