Apostando mi virginidad

o 3: El

anos eran como puñales en mi piel, y su risa

or hoy -dijo, con una sonrisa si

entir una ira

era para juzgarme? A través de mis lágrimas, le

e -dijo, con una

endía por mi cuerpo, per

é pensaba hacer? Me abracé los brazos y lloré. Me sentí usada, desecada y, peor aún, s

minado, él entró en la habitación, y su

ible -dijo, con voz p

ialdad, como si fuera un

rogué. -Deja

una pregunta absurda. -No puedo hacer

¿Qué iba a hacer? ¿Cómo podría escapar de est

ía riendo- vas a ha

regunté,

por mí -dijo, con un bril

torcía y mi mente se desb

¿Qué iba a hacer? ¿Qué clase de c

ella -dijo, mirándome fijamente. -Necesi

intentando entender q

é, tratando de do

como si fuera un juego. -Pero t

¿Cómo podía siquiera

No puedo hace

irada se volvió incluso más siniestra.

r qué me estaba haciendo esto?

! ¡Tengo sentimie

no significara nada para él. -Piensa en lo que yo

su comportamiento. ¿Quién pensaba que er

ro duro contra mi trasero. Me di cuenta de que,

en! -me gritó-

allí, temblando en la cama. Tenía

vestíbulo? -le pregu

ó, como si est

alí de la habitación, y me dirigí al vestíbulo.

ra elegante. Todos parecían estar teniendo una buena n

legres. ¿Cómo podía hacer esto? ¿Cómo podía encon

s parecían tan alegres y felices. ¿Cómo iba a encontrar a alguien que quisiera

lo hacía? ¿Qué pasarí

aba bailando, y todos estaban teniendo una gran noche, yo est

ayudarme? ¿Había alguien qu

os ojos anegados en lágrimas. Era una mujer elegan

, con voz suav

ntando eso? ¿Por qué

voz débil. -Est

, mirándome con

arme. Quizás me ayudaría si

emas -le dije,

menzó a

ando? -me preg

é alrededor. No quería

ar en privado?

í hacia una sala privada, donde nadie

ado. Yo estaba tiritando, y no podía controlar mis

uerida? -me dijo. -Pu

llorar. Esta mujer, desconoc

mano y me pres

erida -me dijo, mi

-le dije, entre sollo

s ojos, y yo vi q

e quieres contarme l

lla me preguntó eso. Alguien me cre

con voz *p*

odo lo que había pasado. Mientras lo hacía, sentí

me hubieran golpeado en el estómago. No podía cr

-le preguntó, y sintió

xclamó, sacudiendo

elante de mí , tan sólo con su ropa interior.

ono frío. -Yo iría a tener s*x*

dida y confusa. ¿Qué había pasado? ¿Qué iba a hacer?

de alguien desde la p