LA TRAMPA DE MI SUEGRA
que había amado y la vida que había imaginado eran tan
. La sonrisa de Dafne era un golpe bajo, una burla a su confianza ciega, mientras sostenía la carpeta que contenía su ruina. La realidad la golpeó con la fuerza
gamente y siempre
ó Ilán-, ¿qu...
n voz baja, esperando la reacción de I
su vida. La mirada de Ivory atravesó la sala como un rayo, encontrando finalmente los ojos del hombre en la silla de ruedas, ese supuesto Ilán que era, sin saberlo, otra pieza descartable
or su reacción descontrolada para ser arrojada a la calle. No, ella no le iba a dar ese gusto; tragó en seco, decidida. Se desquitaría, sí, pero no sería una venganza ciega. Iv
ía una alianza tácita. Ella lo usaría, sí, pero no como Amaya y Dafne habían usado a todos a su
vo la mirada. Por un momento que les pareció eterno, se quedaron así, sin articular palabra alguna. Y sin más, Ivory rodeó la silla quitando
cada movimiento con la certeza de que el escándalo
sintiendo en su contacto un pacto no verbalizado, una alianza forjada en el crisol de la advers
Ivory alzó la voz, clara y resonante, cuando la pregun
, ac
que habían acudido a presenciar una unión convencional, se entrelazaban con una tensión palpable y un significado profundo. Miradas de com
sagrados del recinto. Jamás nadie había visto que una novia aceptara casarse con un hombre que no era su prometido y,
por esposo? Ilán era el primero que no lo creía. Giró su cabeza para observarla de nuevo, todavía sin poder creer que esa hermosa mujer, por la cual muchos
de que su madre acababa de robarle todo a Ivory Cloe y ponerlo a s
las sonrisas llena de confianza, hizo que Ilán se detuviera en l
o me molesta. Todo está bien; si me aceptas, cuidaré de t
loe, cuyo semblante había sido una máscara de control hasta ese instante, le sostuvo la mirada a su hijo y se dio cuenta de lo que iba a suce
tación por parte de Ilán de Ivory. Pero con una voz que encontró fuerza en la vulnerabilidad, Ilán pronun
sposa, en la salud y en la enfermedad, en la rique
ondió él con una