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Lilim: el misterio de Nica

Capítulo 5 Un visitante nocturno

Palabras:2799    |    Actualizado en: 13/03/2024

dor en Donde se reunió con Evaristo para almorzar. Solo estaban ella y

comer- dijo Gabriela mi

o- Pero supongo que tiene co

Y M

Evaristo- La servidumbre no s

ó el ceño- Yo soy par

niñera d

de los demás empleados?- pre

sonrió

a ha soportado que su niñera sea tratada como

se sentía tranquila sabiendo que no recibiría

enido otras niñeras?

- dijo E

upada por la respuesta que estaba a punto de escuch

e irse por asuntos personales, eso a Diego lo destrozó, él estaba muy encariñado c

unos segundos a

ría?- Preguntó G

Ella nunca ha sido del

or q

izo acompañado de María, y él ya la trataba mal, a pesar d

.. Eso es muy raro, porque María habla de Di

áspera- Pero es muy complicado; nunc

ada por lo que le tocaba vivir- Y...

domestica que una niñera- dijo él- Ella hace c

escalofrío que había sentido en las escaleras. Diego

- preguntó Evaristo ante

miró, con su rostro

s así. Lávat

tiró nue

tó Gabriela, tratando de igno

e pocas palabra

sar de repente en aquella niña que había visto e

preguntó confundida- ¿es hija de al

miró un poco

niña?- p

ntada en las escaleras- dijo Gab

en hablaba Gabriela. De pronto, Diego entró de nuevo en el come

- Preguntó Evaristo. Y D

s a pasar jugando con tierra, por lo m

a mirar

os?- preguntó Eva

a- dijo

o algo de él- Diego, la Señorita Guerra, dice que vio a una niña

expresiones por unos segundos y ella a él. Luego volteó a mir

sto arqueando las cejas. Y

ería, pero ahora, no estoy segura de haberlo entendido bien. Llevo aquí más o menos cinco horas, y todos,

to. Ni siquiera me miraba, aunque yo si lo estuve observando mientras comía. Noté que tiene más modales en la mesa que cualquiera que

ibir esa última línea. Lu

que no encajo aquí. ¿Por qué pasa esto? ¿Acaso tiene que ver con lo que Elena decía?

er muchas. Solo debo asegurarme de que Diego este bien, y considerando que ese niño ni ha

e va y quiero estar pr

ta

a despedirlo. ¿Que le pasa a ese niño? ¿No le importa

da ahora. Que buena niñ

puerta y ella fue

- le d

r- dijo Maria- Te

ijo ella-

Maria- Me dijo que te

bueno?- sonrió

no tengo idea- rió e

la cabeza de la mesa estaba tapada; obviamente era la de Diego.

con nosotros?- Le

ria- Además... este com

cía muy lúgubre, con la luz tenue y los cuad

no estaban aquí

os habían quitado porque estaban pintan

ientado en una época distinta, pero tenían una

aria- tengo que arreglar

sonrió G

omer. Uno de esos cuadros le despertó cierto interés. Se trataba de una mujer rubia que cabalgaba furiosa en un caballo blanco, con u

dora muje

ijo una voz infantil

omo se había sentado Diego a la mesa sin que ella l

artamudeo ella p

te y sin mostrar expresión alguna. Estaba tan ergu

- agre

y con la misma voz fría y pasiva de antes- Me h

a mirar a la nada, sin pestañar y sin siquiera mover

o lo hice aprop

rió ella, aún un poco nervio

así, p

rdonado- s

se un poco, comenzó a comer. Pero de soslayo, detallaba la for

olvió a mirar el cuadro de la mujer y decidió

l cuadro?- preguntó- ¿A

por unos segundos, inexpresivo

Berzeliu

. que?- Pregunto ella co

l nombre de la pintura. Es una obra

lla impresionada y algo i

l dólares- dijo Diego y lu

ogó con su arroz- ¿Y no les

visto y admirado- Él la

desconcertada- Y supongo que trescientos cincu

dijo Diego- Mi hermana me

ella sorprend

sin darle importancia a la reacción de Gab

costoso y extravagante a su hermano de 12 años? Definitivamente no er

n regalo de tu hermana. Debe tener

as mujeres, con hermosos vestidos y joyas sonreían como preciosos Ángeles. Algu

es de costosos?- Pre

dejar de comer- Los

- sonrió ella

mío- dijo él- Me

ho talento- dijo

pero como siempre, s

un niño de doce años pudiese pintar retratos de

los cuadros son de mujere

hacia los cuadros- He conocido muchas mujeres herm

- sonrió ella con

y luego, por primera vez, ella lo vio p

dijo él y miró de nuevo hacia los cuadros- Mis

fortunado- sonrió Gabriela- M

dros, y miro fijamente su comida, lueg

?- quiso sa

z infantil y pasiva, y por supuesto, sin

mientras él se ponía de pie

ijo el- Me ten

- dijo ella, pero Diego ya es

subir las

íbamos- dijo el

alones de la entrada, mirando la luna, cuando

egunto William- Fue

s- dijo ella tranquilamente- O

no va a ir a

ente, él ya

se escuchaba ni el cantar de un mísero grillo, y la brisa, pese a que había un frío insoportable, parecía habers

contró frente un hombre de espaldas, ves

hombre con voz gruesa y jov

debías?- Dijo Diego con su acostumbrado voz pasiv

dose hacia él. Tenía ojos rojos y dientes muy f

s hubiese podido verlo. Pero Diego dio un paso atrás y logró esquivar las largas uñas de aq

iñera nueva- Dijo con su misma voz fría y pasiva-

una velocidad increíble, y con mucha ira. P

!- gritó el hom

aparecer un gran hacha en sus manos, y sosteniéndola en

co ser-

cia aquel hombre mientras aún estaba cayendo hacia él y se estrelló contra su abdomen. El hombr

pre. Su brazo volvió a la normalidad- ¿Por qué creí que lo sería

bre con un hilo de voz

como si una fuerza invisible hubies

e confundido y aterrado, al ver

isar estas tierras- dijo Diego comenzando

...- suplic

Diego mirándolo d

re asustado- Vi... Vi

ijo Diego- Pero ellas no pudieron haber

uedo decírte

aré más- dijo Diego- Pu

Diego levantó la mano frente a sus ojos, y de

ediste- d

u cena, pudo escuchar el grito des

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