Lilim: el misterio de Nica
dor en Donde se reunió con Evaristo para almorzar. Solo estaban ella y
comer- dijo Gabriela mi
o- Pero supongo que tiene co
Y M
Evaristo- La servidumbre no s
ó el ceño- Yo soy par
niñera d
de los demás empleados?- pre
sonrió
a ha soportado que su niñera sea tratada como
se sentía tranquila sabiendo que no recibiría
enido otras niñeras?
- dijo E
upada por la respuesta que estaba a punto de escuch
e irse por asuntos personales, eso a Diego lo destrozó, él estaba muy encariñado c
unos segundos a
ría?- Preguntó G
Ella nunca ha sido del
or q
izo acompañado de María, y él ya la trataba mal, a pesar d
.. Eso es muy raro, porque María habla de Di
áspera- Pero es muy complicado; nunc
ada por lo que le tocaba vivir- Y...
domestica que una niñera- dijo él- Ella hace c
escalofrío que había sentido en las escaleras. Diego
- preguntó Evaristo ante
miró, con su rostro
s así. Lávat
tiró nue
tó Gabriela, tratando de igno
e pocas palabra
sar de repente en aquella niña que había visto e
preguntó confundida- ¿es hija de al
miró un poco
niña?- p
ntada en las escaleras- dijo Gab
en hablaba Gabriela. De pronto, Diego entró de nuevo en el come
- Preguntó Evaristo. Y D
s a pasar jugando con tierra, por lo m
a mirar
os?- preguntó Eva
a- dijo
o algo de él- Diego, la Señorita Guerra, dice que vio a una niña
expresiones por unos segundos y ella a él. Luego volteó a mir
sto arqueando las cejas. Y
ería, pero ahora, no estoy segura de haberlo entendido bien. Llevo aquí más o menos cinco horas, y todos,
to. Ni siquiera me miraba, aunque yo si lo estuve observando mientras comía. Noté que tiene más modales en la mesa que cualquiera que
ibir esa última línea. Lu
que no encajo aquí. ¿Por qué pasa esto? ¿Acaso tiene que ver con lo que Elena decía?
er muchas. Solo debo asegurarme de que Diego este bien, y considerando que ese niño ni ha
e va y quiero estar pr
ta
a despedirlo. ¿Que le pasa a ese niño? ¿No le importa
da ahora. Que buena niñ
puerta y ella fue
- le d
r- dijo Maria- Te
ijo ella-
Maria- Me dijo que te
bueno?- sonrió
no tengo idea- rió e
la cabeza de la mesa estaba tapada; obviamente era la de Diego.
con nosotros?- Le
ria- Además... este com
cía muy lúgubre, con la luz tenue y los cuad
no estaban aquí
os habían quitado porque estaban pintan
ientado en una época distinta, pero tenían una
aria- tengo que arreglar
sonrió G
omer. Uno de esos cuadros le despertó cierto interés. Se trataba de una mujer rubia que cabalgaba furiosa en un caballo blanco, con u
dora muje
ijo una voz infantil
omo se había sentado Diego a la mesa sin que ella l
artamudeo ella p
te y sin mostrar expresión alguna. Estaba tan ergu
- agre
y con la misma voz fría y pasiva de antes- Me h
a mirar a la nada, sin pestañar y sin siquiera mover
o lo hice aprop
rió ella, aún un poco nervio
así, p
rdonado- s
se un poco, comenzó a comer. Pero de soslayo, detallaba la for
olvió a mirar el cuadro de la mujer y decidió
l cuadro?- preguntó- ¿A
por unos segundos, inexpresivo
Berzeliu
. que?- Pregunto ella co
l nombre de la pintura. Es una obra
lla impresionada y algo i
l dólares- dijo Diego y lu
ogó con su arroz- ¿Y no les
visto y admirado- Él la
desconcertada- Y supongo que trescientos cincu
dijo Diego- Mi hermana me
ella sorprend
sin darle importancia a la reacción de Gab
costoso y extravagante a su hermano de 12 años? Definitivamente no er
n regalo de tu hermana. Debe tener
as mujeres, con hermosos vestidos y joyas sonreían como preciosos Ángeles. Algu
es de costosos?- Pre
dejar de comer- Los
- sonrió ella
mío- dijo él- Me
ho talento- dijo
pero como siempre, s
un niño de doce años pudiese pintar retratos de
los cuadros son de mujere
hacia los cuadros- He conocido muchas mujeres herm
- sonrió ella con
y luego, por primera vez, ella lo vio p
dijo él y miró de nuevo hacia los cuadros- Mis
fortunado- sonrió Gabriela- M
dros, y miro fijamente su comida, lueg
?- quiso sa
z infantil y pasiva, y por supuesto, sin
mientras él se ponía de pie
ijo el- Me ten
- dijo ella, pero Diego ya es
subir las
íbamos- dijo el
alones de la entrada, mirando la luna, cuando
egunto William- Fue
s- dijo ella tranquilamente- O
no va a ir a
ente, él ya
se escuchaba ni el cantar de un mísero grillo, y la brisa, pese a que había un frío insoportable, parecía habers
contró frente un hombre de espaldas, ves
hombre con voz gruesa y jov
debías?- Dijo Diego con su acostumbrado voz pasiv
dose hacia él. Tenía ojos rojos y dientes muy f
s hubiese podido verlo. Pero Diego dio un paso atrás y logró esquivar las largas uñas de aq
iñera nueva- Dijo con su misma voz fría y pasiva-
una velocidad increíble, y con mucha ira. P
!- gritó el hom
aparecer un gran hacha en sus manos, y sosteniéndola en
co ser-
cia aquel hombre mientras aún estaba cayendo hacia él y se estrelló contra su abdomen. El hombr
pre. Su brazo volvió a la normalidad- ¿Por qué creí que lo sería
bre con un hilo de voz
como si una fuerza invisible hubies
e confundido y aterrado, al ver
isar estas tierras- dijo Diego comenzando
...- suplic
Diego mirándolo d
re asustado- Vi... Vi
ijo Diego- Pero ellas no pudieron haber
uedo decírte
aré más- dijo Diego- Pu
Diego levantó la mano frente a sus ojos, y de
ediste- d
u cena, pudo escuchar el grito des