Lilim: el misterio de Nica
reguntó Gabriela mientras salían
sto- porque llevo dos me
do se escuchó en
to de Diego?- pregun
ue si- d
que no estaba
aba- dij
ue baje- dijo E
as escaleras que conectaban l
ijo Evaristo- Por nada del mundo de
muy seguido?- p
rtínez por las mañanas a visitar a su amiga Miriam.
leras, y Gabriela se de
escuela?- preg
Esa es una de las razones por la que debo ir allá.
nti
bajando la
á en un momen
ía, podrías llevar a la señ
o- dij
ita- dijo Evaristo- Si gusta puede
haré- dij
escaleras. Era un niño bajito, de piel un poco oscura, vestido todo de negro y con la franela larga por fuera. Llevaba las trenzas de sus botas desatadas y algo de
su sedoso cabello negro azabache que le llegaba hasta las rodillas, y al
dos grandes ojos, de un intenso y antinatural colo
presión alguna; era como ver a un maniquí viviente. Y esos ojos, esos grandes y brillantes ojos amarillos, parecían ser ajenos al resto de su cuerpo, era como si
con aquel silencio que había quedado de repente-
ijo Gabriela un poco
uió bajando hasta par
ras Diego solo lo miraba fijamente y sin mostrar expr
ta vez, ella pudo detallar más su rostro. Vio su cara redonda, su nariz pequeña y gordita y su peq
ó Evaristo mientras Diego y Gabriela se miraban- E
esviando la mirada hacia
no quiere fie
una voz infantil, pero muy fría y pasiva, y con un refinado
to, al niño que lo mira
iaba el tono pasivo y frió y las facciones de su rostros parecían no es
a de repente- Dicen que tuvieron problemas con la dire
miró a
ria- dijo- Debiste ir tu misma
así será, Diego- dijo Evaristo en un tono m
e...?- Diego
o, y Diego la miró nuevamente- Por favor- agregó en tono amable- Si no
nó hacia la puerta que daba al jardín principal. Gabriela estaba impactada. Que niño tan insolente ¿Que clase de niño le hablaba a s
jo Gabriela en
ltimamente- dijo María, lu
ta un cuarto que estaba just
o Gabriela sentá
ste cuarto y él de Diego son
á desocupado?- pregun
én me parece raro. Creo que es por
ne her
con una mueca de desagrado- Pe
te caen muy bien
adables- dijo Maria seri
ededor. La habitación era realm
l agua hasta aq
n fatiga- No llega muy fuerte, Gabriela, a
esanimada y co
aterra- dijo, y cam
as visto el de D
vio a Diego hablando con Evaristo. No podía es
ño ¿Cierto?- Dijo
?- pregu
o. Es
dijo María sentándose en la cama
se dio cuenta de algo qu
s tu trabajando para e
s- dijo Marí
no eres Inglesa
a- De hecho so
- se extrañ
de Diego en la universidad.
raño a Gabriela, aunque ahora e
e en la univ
a universidad. Yo... era muy humilde y no podía
a- Bueno, al menos tú tuviste una buena razón para abandonar
- sonri
a Diego sentado sobre la grama, cavando un peq
leve bien con él?- preg
idad- Aunque no lo creas, él es un ni
ces- dijo Gab
terminas enamoránd
risa, luego suspiro y p
ta hacer?- pr
ijo María
ió Gabriela d
María- Come a cada
go por la ventana; aun cavaba en el jar
falta de comida