La Mujer Olvidada del CEO
itu
adinerada y poderosa, habían dispuesto toda un ala del hospital para atenderlo. Nadie podía pasar a esa área sin autorizació
tener a una hija embarazada sin casarse y ahora sola. Ante este hecho, Roxana acogió a Alice en su casa en
solo dos meses para el nacimiento de su bebé, sería una niña y con la ayuda de Roxana y al vender varias joya
e cuando ella entró por la puerta princi
nco para avisarme que debía desalojar la casa está misma semana.— como si su situación no fuera mala ya, ocu
ería sonar calmada, aunque por dentro empezaba
ble como Roxana se preocupaba más por su amiga que por estar a punto de perder la casa que sus
ana sintiera que le había fallado, era la única persona que la apoyó desde el día que lo necesitó.— aún me queda algo de
sus lágrimas con el antebrazo.— mis padres tienen una pequeña cabaña a las a
e he incomodado mucho y
dos a vivir con mis padres, pero están viviendo mi
opciones en este momento, no estaba
iente para mantenerlos a todos, dado que su padre desde que perd
us cuentas no estaba irse a vivir sola a un apartamento todavía,
ndré a visitar todos los días.— se despidió Roxana luego de dejar a Alice en
preguntó Alice muy sorprendida, ya Roxana había hecho mu
cómo moverte, además no estamos tan lejos
íble, ¿Te lo
aún estuvieras trabajando.— expresó Roxana tratando de levantar los ánimo y soltaron una carcajada al mismo tiempo, a pesar de todas sus desgraci
ar, pero ¿Tu madre no te ha dicho nada más sobre Fran
equipo médico para que los atendieran y según lo últ
daba algo de miedo, pero solo era por unas semanas antes de dar a luz
y desgarrador el no saber si había despertado o si aún seguía en ese sueño pr
ce estaba segura de que se había arrepentido de inmediato e iba a buscarla para solucionarl
que tenía que aguantar todos sus dolores y achaques para continuar adelan
ra dar a luz, pero a tres semanas de cumplirse esa fecha mientras terminaba de ordenar algunas cosas ocurr
forma que pensaba se saldría
erzo y encierro
ola a varios kilómetros del hospital más ce
ocas cosas y caminó lo más rápido que pudo hasta el auto. Con un gran dolor Alice se ubicó en el asiento del chófer e
obligó a Alice a detener el auto, se retorcía del dolor y empezaba a entra
antes de poder seguir conduciendo, mientras pensaba en que no po
archa el motor nuevamente y volvían sus esperanza
r, está vez del doble de intensidad, retumbó en el cuerpo de la futura
lor no lograba identificar a qué o a quien había atropellado, ya
rior del auto.— tendrá que darme su seguro y llamar a una ambulancia.— continúo aque
ás ante una nueva contracción esta vez más fuerte que todas
auto Alice logró abrir la puerta para t
l hombre abriendo los ojos de par
zó a decir antes de apretar sus dientes co
udando a Alice a salir del asiento delantero para ubicarla en el pu
de dolor Alice
esto doctor de la mitad del camino
ó Alice junto a
do una gran sonrisa en su cara.— es una preciosa niña.— Alice solo podía jadear
ja.— balbuceo ella c
e la mañana, a esta hora nació tu hija.— dijo él doctor al mismo tiempo que ac
ecompensa asombrosa después de tanto drama y sufrimiento, sabía que