La Mujer Olvidada del CEO

egundos en reaccionar, estaba solo sentado en la mesa donde se enteró de que sería padre y aunqu

ar a Alice, pero fue en vano, ya ella no estaba, ¿Acaso n

algo de tiempo a Alice para que llegara a su casa y luego iría a buscarla para pedirle perdón de rodilla

no le importaba lo que ella pensara. Según Marlene, la madre de Francesco, él debía casarse con una mujer proveniente de una familia poderosa, pero lo que no sabía

buscarla, encendió el motor de su auto y con alguna dificultad salió del estacionamiento de

ncesco al llamarla, pero la llamada nunca cayó, al

que había hecho lo mas rápido posible y cuando estaba a menos de diez min

ciudad se empezaba a poner peligrosa y su familia era blanco

de sus perseguidores, pero cuando ya casi no los veía perdió el control

sta a sus perseguidores, pero ahora estaba a punto de morir sin tener la oportunidad de pedirle perdón a la mujer que

mir, había tenido un día muy largo en la empresa y necesitaba d

e, su hijo menor y el más problemático, él estaba bien, con su chica como siempre, luego llamó a Mike y también se encontraba a salvo, al llamar a Francesco su primer hijo, su coraz

o a cenar, ella tampoco atendía la llamada y ya estaba entrando en pánico. Habían pasado unos minutos y ya llevaba tres ci

e comenzó a latir con mucha fuerza al percata

no atendía este tipos de llamadas, pero con la preocup

del otro lado, ¿Por qué esta persona sabía su nomb

le ofrece?— mascullo, ya

frir un accidente automovilístico.— el cuerpo de la señora Rucci se paralizó por completo, dejando caer el teléfo

?— fue lo último que escuchó antes de desmayarse, había

en su cuarto mucho más humilde, Alice seguía llorando desconsoladamente por haber perdido al a

sta su madre, había llegado después de la llamada de John y la ayudaba a recostarse en el sillón.—

ue un gran sollozo salía de su boca, ya había perdido a su esposo en un accidente

arlene no dejaba de pensar en que todo esto era culpa de Alice, sin tener detalles

rlene en recepción, estaba desesperada y n

ntos, así que tendremos que esperar a que los doctores term

lloraba con mucha fuerza por su hijo. Dicen que no existe el hijo favorito, pero Francesco era su primogénito y el único que siguió los pasos de su padre y se encarg

ada y a pesar de los calmantes que le habían dado las enfermeras a la ma

ci?— preguntó un doctor al

me ¿Está bien? ¿Mi hijo está b

difícil, pero logramos estabilizarlo. No le puedo decir si quedó t

hacer, el dinero no es ningún prob

nos queda esperar.— concluyó el doctor, alejándose de ellos, mientras

su vida le había insinuado qué abortara a su bebé, ¿Cómo se atrevió a hace

voy a

s, que parecían odiarme, q

y se iba quedando sin fuerzas para llorar, seguía sin perder las esperanzas con Francesco y

rle la palabra a Francesco y abortar a su bebé, pero esos pensamientos se disiparon de inmediato, ella