La Tierra de lo Inimaginablemente Posible
te
sueños y ahora rondan libres e
¡Sólo aquí encontrarás la verdadera divers
nvenido a "La Tierra de Todo lo Inimaginablemente Posible"! - ¿habló el... árbol? ¡Me golpeé la cabeza, ahora los árboles me hablan! La imagen se aclaró y distinguí no a un árbol, sino a un chico con un enorme "afro". ― ¡Observa, hermano...! - Sus brazos, antes ramas, insistieron en remarcar el horizonte. ― Montañas rusas, pistas de carreras, cascadas de chocolate, vainilla, fresa, guayaba, melón y una infinidad más, exuberantes mon
? - Se rascó de nuevo la cabeza como si eso fu
e Todo lo Inimaginablemente Posible"! - La insi
los sueños hasta donde sé, el olfato no forma parte, ¿o sí? ¿Tal vez e
das por las nubes, con ra
distancia de su aroma, era extraño, irreconocible y eso me perturbó, aunque no sé por
n "La T
-Disfruté de su gesto al romper sus espe
siblemente más impensable de las imposibles cosas que puedas imaginar. ¡Abre tu mente, obser
o que no comprendo es
lugares imaginables y ninguno a la vez, es
que nada
e posible, es posible, ¡no es genial eso, hermano! - En ningún momento bajo los brazos. ¿No se cansará nunca de hacer ese ademan o es tanto su entusiasmo que ni se percata? - ¡No lo razones tanto, hermano, este es el mejor lugar del mundo, la n
ordilleras del horizonte, hasta hacer eco en mis oídos llenándolos, sin dejar espacio para ningún otro sonido. A mi lado el del "afro" gritó y dio de brincos, p
nto de silencio y después... Tambores resonaron como una tormenta y la "tierra" gritó de emoción
e fue moviendo entre oscilaciones y ondulaciones similares a las de un árbol az
nuestras miradas se cruzaran y recibiera un guiño por parte de uno de ellos, fue un golpe en el pecho. Inmediatamente la cuerda tiró y
sionales, sostenidas en una ingravidez que sólo en películas de ciencia ficción podrías ve
un restaurante buffet. En una mano llevaban una pierna de cerdo asada y en la otra un enorme tarro de cerveza, algunos v
mer y beber que organizan en ese restaurante
Por todo el lugar cayeron tambores, bombos, bongos y demás objetos musicales de diferentes formas y tamaños; desde el modelo más sencillo al más excéntrico, de varios pies de a
en tamaño y fuerza. Los extremos del terreno se elevaron y formaron una curvatura de un medio tubo. La tierra pasó a volverse madera y la madera se barnizó a medida que iba tomando la forma final de una pista de patinaje. Desde la
da se volvió algo ¿no es eso súper wow?! Te quedaste sin palabras, ¿verdad?, y eso que aún no has visto nada
so de traer
ar en cualquier época del año! Siempre hay nieve en las montañas d
ero cómo
mudar todo a unos kilómetros tierra adentro para evitar otra inundación. Mira, aquí tengo un mapa para ti. - De su "afro" sacó un folleto con una gran variedad de información de la "tierra". - Es un desmadre tener
en esas cosas, un
ocos, siempre me sorprenden. ― Rebuscó en el folleto, extendiéndolo por metro
de estrellarse o irse volando con lo que parece una peluca, se encogió y se internó en el bosque, para después de unos cuantos segu
s, por eso es que la gente siempre regresa y seguimos creciendo. - No escuché lo demás que dijo, seguro volvió a decir hermano, no es eso maravilloso, no es w
ponderle - No, no tienes la pinta de ser uno de esos, aunque nunca se sabe, quizás trajiste alguna cosa absurda contigo. ¿Cuál es tu mayor anheló? ― Señaló los varios metros de papel que cubrían el suelo. ― A menos que... ¿Traes algo en tus bolsillos? ― Al revisar sentí algo pesado, era una llave, lisa, sin dientes, ni cortes; era nueva, como antes
o no una simple llave?, nunca se sabe, podría ser algo
e se volvió una pintura abstracta, no podía diferenciar nada; incluso
ro en vez de zambullirme y asfixiarme con la tierra, atravesé el suelo y cada vez vi al tipo más y más lejos y a medida que ese mundo se alejaba, el otro
las parejas, algo que no haga sentir la casa tan vacía. Bienvenido al Pobre y Nada Maravilloso Mundo Normal. Creo que el nombre me quedó un poco largo, le tomé gusto
del a
sí, pero te prometo se pone mucho mejor,