Sin miedo Contratémonos
todo aquello, no supe qué responder. Era evidente que en verdad ella había escuchado
n dispuesto a casarse conmigo para no hacer el ridículo ni darle el gusto a los que me hicieron esto de verme humillad
trata de
queña sonrisa de burla en sus labios por mucho que trató de disimularlo. Sabía qu
es la única vez que podría aprovecharme de ésta mujer si aceptaba su propuesta. Se notaba ahora que habí
otivo por el que se v
Pero no necesitaba solo a una mujer cualquiera dispuesta a casarse conmigo, sino, dinero
no hagas
eía que yo era un hombre que estaba acostumbrado a tomar mis decisiones y al
vida, no la quería solo p
molestaría volver mi matrimonio real con una mujer como ella, me di
situación difícil, que de seguro resolvería si tan solo tuviera un poco más de tiempo. Si Trinidad me aceptaba como su esposo, le demostraría que soy
que no se metiera conmigo, su
r la que me hizo la propues
oco esto se me hacía algo interesan
ura que necesitas casa
arecer ella tenía exactamente lo que yo necesitaba con urgencia, ¡dinero, mucho dinero! ¿O me estarán engañando de nu
ndo, ¿qué te hace pensar que Federico encontrará otra mujer ante
abeza. Y pensé que ella tenía razón, pero, ¿tendría realmente lo que más necesitaba? Todo se acabaría si no pagab
da la coincidencia de que se hubiese aparecido justo cuando la necesitaba. Pude percatarme que su amiga trataba de hacer lo mismo, creyendo que no ha
egó corriendo y miró a las mujeres curio
n la dejaron plantada -señalé fríamente a Trinidad, que se
cepta! No las conoce
lo sé. En realidad Trinidad era hermosa, pero su amiga Viviana no se quedaba atrás. Por lo menos
enorme suma de dinero que de
na burda mentira de mi hermano para dejarme una vez más en ridículo. El tiempo pasaba rápido, más de lo normal me pareció, observan
n con mi amigo? - lo hice
na sonrisa de triunfo que no
e maldije mil veces por tener que pasar por esta humillación! Me incliné sujetando mis rodillas tratando de pensar con claridad. Creo que estaba a pu
lla tampoco. ¿Crees que te lo pediría si no estuviera igual que tú? -Continuó hablando por lo bajo a mi lado. -La haremos firmar el contrato antes. Inclu
res susurraban entre ellas. Es verdad lo que dice mi amigo. No solo
si es verdad que se iba a celeb
na i
ante. En lo que Federico se ha alejado un poco y está realizando las llamadas para averiguar al menos
viana al oído. -Este no es un hombre
rato, ya verás que sí acepta,
rto. ¡Tú también estás desesperada y va
solo un contrato. No exis
ue quiere tu papá. ¿C
pensaré
a la verdad a tu papá? Él te ad
puede enterarse de nada
a mí, la está presionando su familia. Vamos por buen camino para comprobar que no es otra trampa de mi herm
hacer, me está haciendo perder mi tiempo, debo encontrar a alguien más. Le aseguro que si lo hace, l
ontrado sin querer lo que hace mucho estoy buscando? Por la forma que ella se comporta, se nota que es un
értelo lo que andabas buscando -me susurr
era algo que nosotros somos especialistas. Esta mujer no era una cualquiera, su manera de comportarse, y sus prendas decía
! ¿Serí