Sin miedo Contratémonos

zo de haberle dicho eso. Sé que es la única persona que

en verdad tengo en la vida. Perdóname ¿sí? Pero no quiero decirle nada

ura. Además, que no ha llegado ese que dijo que lo iba a pensar, al parecer se arrepintió.

el principal motivo por el que apenas dejo que me visite ni lo invito a mi casa. Se echaría a llorar por no haberme sabido proteger de los enemigos. Porque aunque creo fe

. Sé que me va a regañar, y se va a molestar muchísimo conmigo cuando se entere de todo. Pero todavía no ha llegado el

el hombre q

uar quién es, no pude localizarlo en la vida real, mandó a su asistente. Aunque su biografía es increíble, no sé por qué quiere casars

Esteban,

egunta y comienza a revisar todo de nuevo. — No, no creo que sea él.

s segura de que no es él? Se escuchaba bastante seguro, y parecí

No, no creo que sea él, que aceptó, el que lo hizo se llama..., es

, ¿lo recuerdas? Lo conocimos en Al

ro con el mismo n

o recuerdo bien,

dar una vuelta por la playa, para que te relajes, todavía fa

en, es b

me gusta esa manía que tienes de

me pongo unos espejuelos de sol. —Está bien, iré a dar una vuelta, no estaré lejos. Recuerda, si él no viene en media hora,

cuerdo

de casarme o lo vendería todo, como dejó estipulado mi madre en el testamento. Después de mi tragedia, me había mantenido escondida. No quería enamorarm

espués de rechazarlo incontables veces? ¿Es que acaso piensa que no con

udieron, según mi asistente y amiga, muchos. Sin embargo, ninguno estuvo de acuerdo con mi única condición. La cual es muy

cer todo lo que la espos

dinero, creyendo que obtendrá una mina de oro. No, quiero casarme con mis términos. ¿Quién en su sano juicio acepta algo como aquello

nero. Más bien parecía que querían escapar, pero mi condición los hacía rechazar la oferta. En serio los

ondición o no. Todo estaba listo, no iba a ser una boda muy grande, porque nadie sabe quién soy en realidad, pues es al

familia, busca a cualquiera que acepte. —Al fin m

o Tr

Iré a sentarme a

ída

boda que planificara de urgencias en el gran salón de ceremonias. Solo faltan dos horas y mi supues

n verdad fue él que engañó a Viví, qué voy a hacer? Le mentí a papá diciéndole que me casaría con mi novio. Él me dijo qu

arecía hecha para realizarse una boda en el jardín del hotel casi pegada al mar. Es hermosa, a lo mejor debí hacer esto mismo. Con cuida

ase, porque dice que quiere tener nietos antes de morirse, ni que estuviera tan viejo. Él cree que no sé su objetivo, que me enamo

es obra de la bruja de Leviña. Por eso me casaré con cualquiera, solo para darle gusto a papá, que me deje tranquila y de paso romper los planes de esas dos. Mi teléfono suena

que lo tenías arreglado! —Dice una

ero, que te ibas a la bancarrota y se echaron para atrás, no sé qué vamos a hacer

e tanto dolor me provoca, hace que pre

lo sientes y piens

remezca, ¿será mi Hugo? ¿No habrá muerto como afirman todos? Me pongo de pie y despacio me acerco al

a una novia con mucho dinero? ¡Perdóname p

nto se vuelve muy interesante para mí. Puede que después de todo,

é otra vez el gusto de humillarme, busca a cualquier m