Colores Violetas
se
la realidad de la situación y el hombre incrementa los celos y la posesión, creyendo que su conducta es legítima. En la fase aguda, se
ue pasó, ya que, Anthony dijo, que Alma se tropezó cayendo por las escaleras y su madre apoyaba su teoría. Eso era una gran
na cesárea de emergencia, para poder salvar su vida y la del bebé, Anthony fue el primero en verla y cla
vuelve a caer
traba felicidad. Hacía todo lo posible por protegerla y darle de comer, estaba muy delgada al igual que ella. Anthony, nunca la quiso como él, le hacía creer, sentía mucho
hace dos meses. Su conducta y más su alcoholismo, le estaba destruyendo su carrera. Aún seguía en
de un infarto unos tres meses atrás y sus padres tenían un año de haber muerto también de una sobredos
a está en el esqueleto, porque deja de comer, por dejarle un poco más a su hija. Anthony es un ser miserable, despreciable y el alcohol,
adre, ella también justifica a Anthony y aunque no lo quiera como antes, sigue
Cas
s en las mejillas, quisiera no hacerlo, pero estoy muy
jilla y sus ojitos azules me hacen querer llora
os ojos olvidándome que en unas
pero solo pienso en mi bebé. Salgo de la habitación y reviso las otras también y no está. Bajo las escaleras de dos en dos y justo ahí, la veo sentad
mami. È-èl señor no me quiso dar un poquito de pan. Yo tengo hambre- dice entre llan
apá, si está de buenas puede ace
habitación. No salgas hasta que yo te llam
en el suelo y se va a su habitación, me acer
ero no gira a mirarme, sus ojos están
su mano extendida para qué la tomé. Mis ojos viajan de su mano a sus
dena, mientras da u
Esconde su rostro en mi cuello, y su mano acaricia con fuerza
lo siento
Anthony, sabes que
está algo extraño y no
de pie, pasando sus manos con firmeza po
r los minutos. -musita, y su mano acaricia mis brazos lentamente, acariciando lo que
i abrigo viejo y salgo lo más rápido que
, otros simplemente me ignoran, como muchos lo hacen. Mi ropa es la más desali
ercado busco en mi
corazón bombea muy fuerte. Me regreso por donde pase, mirando detenidamente todo el camino y nada. Mi mente solo piensa en Alana, que tiene hambre y en los gritos d
puedo regresar sin nada, mi pequeña me está esperando. Mis sollozos se vuelven más fuertes y mi cuerpo se sacude por los espa
que ya no caen más gotas de lluvia en mi cuerpo; cuando una
rises me ve
bien, se