Esclavo de tu Cuerpo
e se debe encontrar, pero de eso de querer des
ión de encerrarme ahí y de paso darme
pueda justificar lo que hice -miento, es obvio que no le puedo decir que fue po
rá que pueda controlarlo ya la vez relajarlo-, bueno, te perdonaré si me dices
celos... Me está pidiendo una explicac
nto todo lo que sucedió, no tenía intenciones de ignorarlo -lo
no se vaya, obviamente que todo es una
á todo si me sorprendes ahora -propone
da-, puedo preguntar que
me que pasaría si ambos nos encontráramo
ción y creo que es mi cul
amiento y pasión. Como todos los días de trabajo, "ser
r estaba ocupado. Crucé mirada con ella, me hipnotizó el vestido rojo claro que llevaba puesto. Con una enorme sonrisa
s-. Ella se sentó y tras un bufido de cansancio deja su bolso sobre sus pies, mientras que él no dejaba de ver sus piernas. Él sabía lo atractivo
la atención a las piernas de ella, y más con las medias transparentes, esas que se pe
isa cargada de malicia, eso le gustó a ella, ya que tiempo atrás sus problemas la agobiaban, "la presión del trabajo". Ese proyecto en e
ernas, levantando un poco más el vestido, que casi podía alcanzar la mitad de sus muslos -¡wao! Esta historia está candente y más el rumbo que
su vestido, subiéndoselo un poco, dejando el fin de sus medios, con un sutil encaje blanco -y he llegado yo, tengo que ponerle algo candente a la historia
xima, el hombre tiene lo suyo, me gusta como piensa, aunque lo raro es que al principio hablaba como si fuera él mismo, pero
hacia dentro, haciendo a un lado una diminuta entrada que le impidió el paso. Con una sonrisa triúnfate entro y su corazón estuvo un punto de salirse al sentir lo húmedo que ella estab
a saliva, como intentando recuperar parte del fluido que pierde. Él no finge parar. El sonido del tren, mientras recorre las vías, esconde el sonido de ese palpitar dentro del agua, de ese huracán descontrolado que él intenta calmar con sus manos y que termina por domar cuando el
en su asiento. Ella se baja el vestido y cierra las pier
halaga, de pronto mi corazón empezó a latir tan fuerte que quiero salir corriendo y gritarle al mundo que podré seguir con lo que hago-. Pero... Quiero que me prometas que no m
lama? Noooo, no creo, puesto que su forma de pensar y
por com
mañana y las otras serán en la noche, espero que ninguna de esas
cias
sa mañana que te llame -esta vez suaviza su voz y la ma
noches
ar
o pensando por unos se
lmorzar con la intención de presentarme a una de sus candidatas. Por lo que intuyo ella está angustiada porque todavía sigo soltero. Ah,
y una de ellas es que soy mayor de edad y pued
e la chica que trabaja para mí, sin embargo, la mujer que está de
sino por la genialidad, sensualidad e imaginación que tiene por los clientes. "La dominación de volver sumiso a los hombres es uno de sus atributos", eso fue lo que me llamó la atención y no dudé en comprobarlo. Aunque no todo es perfecto, ya que ayer me sacó de mis
argo, todo eso se esfumó cuando vi a esa chica. "La que tiene conocimiento de los juegos sexua