Las hijas casamenteras del CEO
Creo que em
iñas están nerviosas mucho más que antes de venir De Luca,
os con él y su propio chofer, entramos al automóvil todos en silenc
i despacho! - Y nos
nduzcan, al entrar nos dice en el mismo tono- ¡Sién
Alexandra
comienza
e Ale
no sé por qué están tan asustadas,
estra apareció rayado, y uno de los niñ
lo hi
o,
niño diría eso
lo sé
, las voy a creer, pero ¿Se dan cuenta
o p
s que han hecho a
hablar
de mí y me dice: - ¿Qué tiene que decir Señorita? Aprovec
o tienen más pruebas que la acusación del niño y eso me parece injusto, de
orita que esta
ce justo acusarlas sin pruebas, más si tomamo
na mente diabólica en un niñ
ieron esto Señor y creerle a ese niño,
de hace un día...sabe cuántas veces he sid
tado pruebas de la
r esta, pero recuerden el trato-se dirige a ellas-y usted vaya con ella a que se cambien
n señor, v
.
de papa nos defendió- Alexandra no lo puede creer, la nueva
n mal esto de t
nos defienden, papa siem
que alguien
as les traje algo de beber y comer y bueno quero hablar con
ete conmigo, y M
a defiend
cosas y él viene detrás de
dicho a
son cosas de niños y que todo se
papá se lo
a hablar, él le c
itarlo, déjenlo hablando solo, en fin busquen la mane
n invitados los p
jeron a
, no- me cue
para él allí dice
are con él y si no puede ir iré yo
Luca está sentado a la cabecera de la mesa y una
do a su papá de la reun
a mirada- ¿Hay re
-le dice
no me lo ha
ocupado- le
lgo y es que Mariana se ha acostumbrado a hablar por ella. Alexandra no levant
iera sabido antes, ya programe una reuni
una reunión de
dría asistir, tendría q
tiempo, de repente d
en otra dimensión -Señorita Rossi, cuando terminem
o estar dos veces en el despacho, será que voy a estar de visita indefinida, si Sor Guil
minamos la comida en silencio, po
s niñas que suban y se laven los dientes y terminen sus
e lo he visitado más que otras habitaciones, buenos.
ientemente claro en sus res
o dice Señ
que debo hacer, aquí las órdenes las doy yo y usted
se refier
ñas, las orienta, revisa que cumpla
etiendo una injusticia con
e es una injusticia, pero mis órdenes
na solo la defiende, es ese mismo niño que las acuso. Él hace que la vida escolar de Alexandra se
e han dicho
sigue sucediendo, hay que hablar con la maestra y los p
esa que me despida, pero este Señor debe e
ena voluntad de quienes nos cuidan, pero ante un niño de esos revoltosos, nos val
s son los padres del dichoso niño y los intimidaré también, soy bueno en
no debería estar pasando po
a retírese te
que vea la hora, y ahorita prepararé a las niñas
ntro de
bien
metida. Esta familia tiene sus
r, como u