Me casé con... El millonario gay?

decirte ésto, per

tienda Molly Sweet donde traba

meses, no puedes echarme así como así

oma de las ma

teniendo problemas ecónomicos muy graves, creo que

o su frente con l

has ventas a diario, a veces se aglomera de

Samantha y

gañarte? El dueño quiere vender el local e

lo mira

Las inversiones son un r

tienda, y nosotros s

lpando el ho

uy enfermo, debo pagar el seguro médico y

mejillas de Samantha, no pensó que se

cubra todo pero sería un anticipo, tu padre necesita est

rendida ya que desde que conoció a Alan desde que empezó a traba

tu dinero, lo necesitas, yo sabré c

e él y camina hacia

esto, míralo como un préstamo, si quieres, cua

no es ne

esá está él, detrás de ella. Samantha se sor

ana paso por tu casa y te lo

a y saca 5 billetes de 500 dó

compensación por

cuello, Samantha lo mira como si

cho din

a a tomarlo ba

que será un nuevo millonario de Nueva

ambos empi

dile al jefe nuevo millon

lejarse, suspirando por decirle lo que siente, pero es

irte todo lo que siento p

pensando en como conseguir el dinero para el seguro, no contando con lo que le había ofrecido Alan, debía encontrar la forma de convencerlo de que no se lo diera, además, él tambien ti

gustaría dar una

so y sigue mirando

falta que te haga

riendo mientras se

ndí porque no estoy interesada ni en su

la mira co

ncontrado una fi

ue dice y lo mira sin

fieras, las fácil

un cabello largo y rubio despampanante, una silueta perfecta y natural que muchas chicas quisieran tener sin recurrir a cirugías. Samantha nunca en su vida ha hecho ejercicio, su madre murió cuando apenas tenía 4 años, desde entonc

hablando cont

ensamientos y voltea h

sada. ¿Podrías de

el otro lado de la

ue... mírate... Debes ser una de esas mujeres pobres con sed de dinero

me co

a ya cansándose

porque tú te estás negando a

acia él y lo

nto como soy, déja

ueda atónito c

una muj

tha está más que lista para bloquear el golpe pero

ir contigo Evan

hombre recién llegado, él la

Robert. Además..

uelta su mano y se aco

onocí tu auto y vi que estab

escepticismo en la

res más hermosas. ¿Qué h

mantha, pero ésta v

lema, amigo. Yo

ombre lla

Estás en el centro de Nueva York, ella puede gritar y pedir ayuda y tendrás que responder por tus actos a la prensa, pi

onvencimiento del hombre misterioso llamado Rob

nes razón. Perdón

u mano en señal de d

pasa

o, mientras Robert

os irno

erdón d

acia su auto, lo enciende y se coloca los lentes. Samantha nota qu

problemas de carácter, sin

nríe con su

que estoy acostumbrada a toparme con hombr

uy buena en a

ede negarse, él tiene una sonrisa contagiosa. Como una le

bo i

mano para estrecharla con la suya pero cuando se d

emos, b

centro de Nueva York, debían de tener sus propias empresas, Samantha quizo llorar, había querido estudiar Diseño de modas, pero tuvo que pausar su sueño para trabajar, además, era