La Leyenda - Saga Necesitamos el quinto elemento - Libro 1
ería intentarlo usted también, eso hará que
o para esquivar mi arrebato de dignidad. La sangre hervía por mi cuerpo, qué caballero tan... tan, ¡tan, tan! Manuela no p
legar sin el cochero. Dejamos los caballos en las caballeriza
ue lo q
cuento, ahora se no
a, se alzó el vestido para correr con más comodidad. Nos conocía muy bien, sabía q
el carruaje? -
omentado, ese hombre no es confiable, y nosotras t
-gritó ent
erdad
e las dos. Si tu tío. -miró a mi prima-, y tu padre -M
ponga. No te enojes, no nos pa
é hasta el interior de la hacienda, vi como a mad
iña
a entrada, La esperamos en el
spondimos al
vecinos. Gente muy considerable e influyente. -enfatizó-. Tu
tesía a unos desconocidos?
rra. Se encuentran inspeccionando sus propiedades, solo se quedarán un par de semanas. Si no en
Si en algo me alegro, es no hacer parte de ellos de manera directa,
de ellos, tienes mucho
alizado varios negocios, los cuales le salieron muy bien e incrementó su fortuna y prestigio de su apellido. No estamos muy relacionados con nuestros familiares ingleses por parte materna,
ables en la tarde,
ordene lad
portante, no dejes a
qué soy capaz de
e reírse. No me contestó, con solo ve
estaremos l
que Manuela después de la muerte de mis tíos sufrió de pesadillas, y en mi caso porque con
acontecimientos con ese caballero encantador con el que ha
ce un mal gesto mientras me
tesía al no saludarte como era debido. Sin emba
za lo tiene de orgullo
dad en sus ojos, ¡me dejó con la mano extendida! Le relaté los acontecimientos del bosque
la historia y
mbió tan de repente, un verdadero c
a de que no éramos tan importantes. ¿Lo notaste?, él parece de la realeza, s
bles del pueblo, además procedemos de
ro hombre el título nobiliario de mi tío se perdió, por eso tú perdiste todo me
n un salón principal para realizar actividades, dos comedores de diez puestos, el despacho de papá, el salón de caballeros donde se reunía con sus socios, el living donde reciben a los invitados, los salones del té de mi madre, la biblioteca, la
er lo que te
isa tenebrosa dijo que se acercaba el día. -
abrazarme con fuerza-. Hace mese
ionarme más de la cuenta-. No sé qué pudo reanudarlos