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Rompercorazones

Capítulo 3 El misterio del Rompecorazones

Palabras:2090    |    Actualizado en: 26/02/2023

ba de galantería y la buena vida de los placeres carnales, pero tan pronto llegó el sujeto en el mundo del callejón S se volcó en una amenaza seria tan solo pronunciar el nombre entre los angostillos

noro caminar como si advirtiera de su siniestra presencia, una cabellera oscura en larga melena recogida por una cola alta y su clásica mascara que a duras penas tenía los orificios de los ojos y la nariz cubiertos por una fina capa de encaje negro, no había nada más que una llana careta color perlado sin expresión ni tampoco algún orificio para la boca, después de todo no era necesario, de hecho, uno de los rumores más frecuentes decía que su rostro estaba deformado por las constantes golpizas que recibía de su amo al igual que tenía prohi

verlo el ciervo más leal de Simón, aquellos pocos que habían visto al sujeto caminar por los pasillos del edificio o en dirección a la oficina del jefe contaban que su familia estaba demasiado endeudada a la mafia y como primer encargo del líder de las Lilas se le dio la tarea de eliminar a todos en el lugar, sin embargo, el entonces joven amo se apiado del infante al ver su actitud agresiva frente a la

olor ébano muy especial cuando soltaba una que otra sonrisa apasionada, pero ver esta expresión de satisfacción era un espectáculo de aquellos que solo puedes ver una vez en toda tu vida, de hecho así era realmente, puesto que pese a ojos de todos era una sensual mujer de 29 años al servicio completo de su señor, la verdad era que ella se trataba con Simón como su mejor empleada al mismo que mantenía un frío

s que a duras penas podían indicar las novedades del día antes de querer socorrerse en sus escondites, el carácter de Mila era frívolo pero de cierta manera agresiva como si te deseara la muerte bajo sus propias manos, sin embargo pese al miedo que causaba nadie ima

contactado en ese tiempo para pedirle el último informe, no le extrañaba ya que los casos que le parecían aburridos quedaban a veces al olvido sin ningún reporte en especial, por otro lado, gracias al escándalo de los noticieros por su último trabajo era muy posible que hubiera apertura de nuevos negocios para las Lilas y su jefe estuviera atareado con el

Dijo Simón con voz gruesa para l

niño por recibir un regalo emocionado y animoso. Como era de costumbre no importaba que tan atareada estuviese, si debía ir a la oficina tenía que hacerlo tan pronto como pudiera, guardando su teléfono subió hasta la azotea y se abalanzó hasta el edificio de al lado donde se encontraba la oficina del jefe, logrando a penas cruzar se impulsó para no caer

ingresaba y cerraba c

frente la joven- me pregunto, si lo haces a propósito ¿Para qué te premie o para que te castigue por provocarme? -sonrió d

del hombre y tomaba asiento en uno de los sillones de

ven-pero, es tan difícil provocarte que se vuelve excitante -acercó sus manos en los hombros de Mila

la mujer solo era todavía menos disimulable ante el placer inmenso del que estaba obligada a servir, con un inaudible exhalo, Mila comenzó a informar de sus últimos trabajos con detalle en las partes más sanguinarias, desde cómo se infiltró en la casa del hombre para sabotear la seguridad chantajeando al mayordomo de sus adicciones a las apuestas y

tras tomaba asiento junto a ella y exhalaba su aliento pestilente a

uando se escuchó todo por el a

cuentes, sobre todo porque pones esa cara de asco -soltó una risa incontrolable mientras su mano

spiración se volvía pesada como si el oxigeno en el lugar desapareciese poco a poco- así que, por pedi

llo de Mila y lamía parte de él lentamente mientras ella sol

llos terribles recuerdos- pero antes de hacerlo el levantó sus brazos heridos y lloró tratando de pedir parley hasta que mojó sus pantalones -pa

do el rostro de Mila fuertemente con una mano- puedes reti

digas,

pared mientras con una mano en el pecho estaba tratando de controlar su errática respiración en lo que limpiaba con su mano libre el sudor frío de su cuello, acurrucándose lo más posible, tomó asiento entre los escalone

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