A la hora de salida, todos los trabajadores fueron dejando la empresa paulatinamente.

Cuando Natalie estaba recogiendo sus cosas, Kari se le acercó y le dijo: "¿Te parece si vamos a cenar juntas?".

"Claro, yo invito", respondió Natalie. Después de todo, Kari la había defendido en varias oportunidades y ciertamente le debía una.

"¡Estupendo!", dijo Kari, emocionada.

Entonces la esperó a que terminara y bajaron juntas por el ascensor.

Una vez abajo, Kari le dijo: "Espera aquí, iré por mi auto".

"De acuerdo".

Después de un rato, un vehículo conocido se detuvo frente a Natalie.

Era Garrett.

Ante eso, Natalie tuvo un mal presentimiento.

Con una sonrisa, el hombre se bajó y dijo: "¿Ya saliste del trabajo? Vamos, súbete, te invitaré a cenar".

Con frialdad y un toque de sarcasmo, Natalie respondió: "Debes tener memoria de ratón, ¿no es así? ¿Se te olvida que ya no somos padre e hija?".

Garret estaba preparado para su rechazo y no tardó en replicar: