Un baile para Franco
ri
tro en puntear mis pies y realizar la técnica de Hawkins, orie
do a moverse utilizando el mínimo esfuerzo muscular -orienta mientras se pasea entre la fila de jovencitas delgada
delincuente. Retomo mi posición inicial y despliego mis brazos a la altura de mis hombros, doy un giro libiano y muev
pañol por Kevibraz. ¡Las quiero a todas en perfecta sincronía! Y un, dos, tres... -Chasquea sus de
tar de mi propia danza. Dos piruetas, un sensual arte de caderas y e
nos al pronunciar tal palabrota en pleno ensayo y lu
desperté
ente gratis y aún así te empeñas en molestarme? -me repren
avanzada edad, sino también por sus redondos y saltones ojos y esa belleza p
s dice que nos deje
es desastres por hoy, espero que para la próxima clase halla
o ha rebasado. No lo pienso un segundo más y adelanto do
nfrento y Melissa, mi prima, me agarra un brazo para
ón -repite Berta con altivez y si
ted está aquí de favor porque la embarró
illas se tornan rojizas y escandalosas. Mis compañeras murmuran
me odia, mucho
as barras. Retiro la liga que sostiene mi cabello estrictamen
ñeras-. Niñas, esos ridículos peinados nos estaban ensanchando la frente y no lo sabíamos ¡Soy libre! -despeino mi cabello en burla y
o porque una palabra más de su sucia
aso a verla! -me grita mi prim
s calles que rodean el parque Calixto García me reciben. Dejo mis cosas sobre una banca y me inclino para quitarme las zapatillas y ponerme mis converses. La brisa de abril me golpea el rostro y suspiro profundamente.
re mientras desliza la brocha de esmalte s
mpañía -suelto y le l
me abanico con la cartulina de un blog de not
-dice y se enc
ella, este país no está preparado para cumplir los sueños de los artistas. Y, a pesar d
omenta la mujer rubia y sopla su m
n la voz sofocada. La casa ha absorbido todo el sol d
caragua y peor, se han lanzado a cruzar el Río Bravo! Con lo pelig
tiene que sacar adelante a esta familia y yo no puedo exponerme a los peligros de l
rar a merced de los riesgos de l
a vez peor. ¡Vete muchacha! -me motiva la rubia con la confi
musito mientras me dirijo al
a pobreza ¡Despiert
i -refunfuño y s
vito en la pared del comedor y tomo de ella cien pesos-. Con eso no te alcanza, coge cincuenta más
y voy a mi habitación para tomar mi
una coleta alta. Por suerte vivo en la ciudad y en cada esquina hay un quiosco -el problema es que no venden nada que sirva-. Pero bueno,
testes Mari,
*
eño de convertirme en una más de la compañía "Micompañía", dirigida por la majestuosa bailarina y coreógrafa española Susana Pous. Durante este tiempo en casa, me detuve a pensar en
! -irrumpe mi madre en mi cuarto
-escandalizo y calla mis
i corazón trotar como un
que se iba hoy tuvo un problema, uno de ellos desistió y se formó un escándalo para recup
años ahorrando con las ganancias de la manicura para algún día sacarme del país. Muchas veces me cuesta entender cómo es
má no lo voy a lograr! -le grito
s y susurra-. ¿Para qué te he preparado todos estos años eh? Sabes cuánto
os, cuántas pers
res los recogerán a todos, son quince personas y hay niños pequeños. Si no fuese seguro no te pidiera qu
dículos sueños! Es el momento de devolverle a mi madr
Kamila? -le pregunto preoc
que viene, dice tu abuel
s antes de ir
go, me prometió que te cuidaría -enuncia y se dirige a mi pequeño armario de madera-. Mientras tanto tú prepara una
blorosa y tomo mi mochila para dobl
abuela y le prometo a mi madre antes de irme a dormir que seré la palanca que ellas necesitan. No sé lo que me espera en Estados Unidos, tampoc