Cruel inocencia Libro 2
l
gales que entren y salgan del país deben pasar por mi aprobación antes de ser realizados. Tome como mano derecha a Fernando el tercero al mando ya que solo no podía con todo esto y el tipo tiene toda la actitud
y un maldito acosador. Hace un año la conocí, en el último trabajo que hicimos con Marcus, un maldito ángel y desde ese momento no he dejado de estar pendiente de cada movimie
oche y le da una sonrisa, mi sangre comienza a hervir de coraje cuando el tipo pasa su mano por su mejilla, listo acaba de perder la mano y probablemente la vida. Cuando se despiden tiro el cigarro y comienzo a seguirlo, se perfectamente que vive a unas cuadras de aquí y también sé
metros y asegurándome que no hay personas cerca lo
ándolo hasta lo más p
estúpido piensa
la pared-Tenemos una conversación pe
o un golpe en la nariz rompiéndosel
guna, el levanta la vista hasta mi sujetándose la nariz que san
lo por levantarme la voz-Mierda - Susurra cuando s
una señal con la ma
arrogancia aumenta,
que tenga que ver con ella y si no lo haces te matare- Me doy vuelta como para irme, pero recuerdo un detalle y vuelvo a él, agarro su mano y le quiebro los dedo
. Entro y estaciono todos mis hombres inclinan la cabeza en señal de respecto aun no me acostumbro a eso cuando hace solo un año era yo quien demostraba ese respecto hacia Marcus. Camino hasta
as que desaparecer justo ah
re el escritorio-Tranquilo ya llego por quien llorabas- Levanta la cabeza y frunce la
s, las armas nuevas que compramos y el estado de las bandas que están bajo nuestras ordenes por fin, subo a mi dormitor
idos y su otra mano aprieta su pecho, no puedo evitar que se me haga agua la boca y mi respiración se acelera como si hubiera corrido mil millas, bajar el cierre de mi pantalón y tomar a mi amigo en
steniéndome del respaldo de la cama- Creo qu