Eunice no necesitó más explicaciones, pues de su interior se esfumó todo atisbo de duda. Con una amplia sonrisa, dijo: "Acepto la oferta, hazle saber a su jefe lo agradecida que estoy. Dile que apenas logre reunir el dinero, me pondré en contacto con él para comprar las acciones".

"Estupendo. Fue una buena reunión, señorita Moore. Estamos en contacto".

Más tarde esa tarde, Eunice regresó a su habitación de hotel para empacar todas sus pertenencias. Luego, con su hijo a cuestas, se dirigió a la casa de Rodney.

Siguiendo las instrucciones de su esposo, Eunice y Brent tomaron un taxi hacia Finca Mirth y se detuvieron en la entrada de la Villa Número 3.