No se atrevan a juzgarme
do llegaron a ese lugar que se veía como una agencia de empleos de alto nivel, como cualquier otro servicio para los ric
uniformes impecables. Fabiana la guió a una oficina ubicada en el fondo del
a es Bárbara, la amig
conmigo -le señaló el puesto a su lado e
ncia perfecta y cuidada. No había un solo cabello fuera de lugar en aquella cabellera rubio cenizo, su elegante traje sastre al estilo de aquella diseñadora famosa de la que Bárbara no recordaba el nombre. Sentada graciosamente en el sofá, con sus pies cruzados envueltos en alt
avanzó hasta donde le s
ora...eh,
riencia tienes en las artes del amo
clara y concisa Bárbar
ado con un hombre? ¿Nada de nada?
para evitar problemas. No tengo ni he tenido novio, he estado muy ocupada para eso. Apenas he po
virgen,
dijo du
prometo. Lo tienes todo para arrasar en este negocio: eres bella, inteligente, fuerte, decidida y virgen, y me tienes a mí. Voy a hacer de ti una joven muy especial. No todos los días llega aquí alguien con tu elegancia y soltura natural, así que dicho todo, comenzamos mañana. Te espero a las tres de la tarde aquí, recuerda venir con el uniforme. - fue hasta un precioso escritorio, escribió al
na, Michelle
papel. Le puso en las manos un paquete con un uniforme completo. Bárbara firmó y sentía que estaba firmando un pacto con el diablo. No sabía qué pasaría en adelante, sólo que lo que fuera, valía la pena por sus hermanos. Pr
con eso supo que acababa de entregar su alma a Michelle. Por experiencia sabía que nada era tan fácil ni tan lindo como lo pintan, pero seguiría adelan
tó que la entrenarían como cuidadora para pacientes de clase alta, y ganaría mucho dinero. Y ella los ayudaría a todos cuando comenzara a trabajar. Conservaría su empleo en la pastelería, primero para mantener l
omenzó su nuev
la bebé en el moisés que le había prestado la hermana mayor de Xiomara. Luego del almuerzo, llevó a Agustín
na el día anterior y una asistente le indicó que s
on exquisito gusto. Y acomodada en un sillón estaba Michelle con un servicio de té fre
onde le señalaba Michelle frente a ella - Hoy comienza tu preparación para tu nueva
a, soy
dice la clase de mujer que serás. Tu nombre es fuerte y suave a la vez, tiene clase y pro
Bárbara quedó en el pasado.