Un amor XL para el CEO
aceptar lo que la vida quisiera darle porque no tenía derecho a más, por una simple razón, no era como las demás chicas, no era una mujer hermosa que se merecier
esde la parte más alta de la cintura, se veía enorme. ¿A quién se le había ocurrido la genial idea de que ir de compras la animaría? Si ella se ponía lo primero que encontraba en el a
stuviera probando aquella prenda de ropa que en su vida se pondría por voluntad propia. Suspiró acomodándose m
gó a caminar hacia él un par de pasos antes de hacerla vol
on los ojos de ese amor fraternal que los había unido desde pequ
uir ese ascenso. Porque tu aplicación es alucinante, eres una mujer tan hermosa como inteligente y nunca pienses ni dejes que nadie te diga lo contrario - Charlie se a
- los colores claros m
ás luz a la cara, tienes que deja
decía enorme, casi ni cabía en el maldito es
sado con Max, ¿Quién en su sano juicio e
n como él se fijara en ella, pero por alguna razón siempre expresó su intención de tener mucho más que una amistad, luchó contra sus complejos y su miedo hasta que por fin un día aceptó. Podía decir que había sido fel
mirar atrás. Si no recordaba mal, en ese instante estaban de viaje por las Maldivas, las Maldivas, a e
igualmente ella tampoco habría quedado bien en esas fotos en bañador que los dos se habían hecho en la playa, ideales el u
usaban para disimular la tristeza, para evitar que se compadecieran de ella. Caminó hasta el probador y tomó su bolso, gracias a que llevaba casi todo su día libre fuera, no había cotilleado
uitó el móvil rápidamente - Sabes que odio que estés viendo lo que hace el i
o que debía pasar página, pero su comportamiento era demasiado extraño, mucho pensando en que la despertó pronto por la mañan
ocía demasiado bien como para no darse cuenta de que ocultaba algo, po
endo la mano y él le dedicó una expresión resignada mientras h
a abría el Instagram y buscaba rápidamente el perfil de Max ¿Qué deb
n unos dedos delicados y largos, ella hasta los dedos los tenía gordos y la perfecta novia de su ex parecía un j
ero si solo hace tres meses que rompimos...- aseguró buscando una explicación en el rostro de Charlie
que te tortures más, el tipo es un imbécil.- Por alguna razón tenía demasiada prisa en que no
me entra - debía leer la reseña y eso hizo, el muy hijo de su santa madre, pero cabrón como él solo, aseguraba q
uda, era lo más doloroso que había experimentado de toda esa ruptura, sobre todo porque no entendía cómo no se había dado cuenta, o
ara no llorar, pero fue inevitable que varias lágrimas resba
o...- insistió Charlie
traicionada, si, tal vez, tenía buena intención, pero ella no era una niña a la que debía proteger, era una persona adulta, tenía 23 años, una carrera como desarrolladora
rros cuando han roto algo y los han descubierto- Él no merece que sufras por su causa, no me
es el momento perfecto
rse para luego ponerse su propia ropa, salió sin tan siquiera dirigirle una mirada a su primo y dejó
tienes algo decente para
que odias tanto, es elegante,
la dependienta de las manos, estaba decidido a