Demasiado bella para morir
isión de marcharme de nuevo, esta vez aún más lejos... preguntas cómo ¿Qué vas a hacer en Londres?, tu nivel de inglés es intermedio ¿Te vas a ente
me mudaba un año entero a un país desconocido con un idioma t
ceo, desde la ventanilla podía ver pequeñas nubes oscuras y un enorme paisaje verde al fondo. Nunc
que viniese, pero era encargada en una tienda de ro
e cientos de personas que iban a toda velocidad. Me costó bastantes minutos entender a donde dirigirme para coger el ascensor, bajar al úl
s de Carolina y Marta preguntándome cómo había ido el vuelo y si había llegado. Yo
erentes a las viviendas de España a menos que te vayas a pueblos del norte, aunque
és de cuarenta minutos de vueltas con mi enorme maleta y m
que me había parecido completamente inglesa, pronto los estereotipos que traía empezaron a
encontrarme con una amiga íntima de toda la vida, fue extraño tener esa sensación
na de sus compañeras de piso. Espera te ayudar
atención fue un zapatero con decenas de zapa
personas v
contigo
ay
o en la renta debes compartir baño y cocina con var
nse
nuestro querido landlord intentaba sacar el máximo partido. Imagínate, antes éramos siete personas compa
todos los compañeros y también el pago de las facturas del agua, luz, wifi y council tax.
jardín que no parecía que estuviese mal, y en su parte derecha habían dos puertas cerradas con llave, se dirigió a la pu
s tu ha
a puesto un protector, justo enfrente había un armario y al lado un pequeño despacho de madera. Lo único bueno de la habitación era que había una gran ventana
mos pensado en preparar una cena p
gen
ahora tengo turno de recepc
dije entu
taba repleta de energía, eufórica de estar por fin en Londres, y me daba igual tener una habitación en la
adas para la cama entre todas las que había traído, y luego llamé
e de la zona uno" me dijo. Una compañera suya tenía un amigo que trabajaba allí y mi prima había hablado para que me diesen una oportunidad. Por lo
bien para ahorrar bastante en transporte. Jamie era estudiante de derecho en la universidad, y Tiziana y Carlo trabajaban en la tienda que supervisaba Clara, ella como asistente y él como seguridad. J
al principio, pero acabarás a
ce y luego nadie quiere
ásicamente porque es raro que alguien esté solo en casa. Lo de h
o, menos yo y Clara, ya que ella se había ofrecido a enseñarme Londres al d
lgo más abierto... ya que yo podía ser un poco tímida al principio. Pero no me
parecía buen chico. Y bueno, Tiziana y Carlo parecían los más alocados, eran los má
Cogimos un café en la cafetería de abajo de casa y andamos quince minutos hasta la parada más cercana. Aquella ciudad estab
pp y también terminé subiendo a mi Instagram. Seguidamente me enseñó el Big Ben, decía que era necesario que lo viese porque era un icóno principal de la ciudad, y casi lo primero q
a como una versión pequeña de Venecia, aunque con un estilo obviamente británico
tillas para el gimnasio. Nos perdímos por sus largas calles llenas de música, colores,
. Llevaba años deseando ir allí por un tiempo, pero no lo había hecho por Dani, que era un conformista incapaz de salir de la misma zona. Haber tardado tanto tiempo en tomar la decisión de establecerme en Londres me hizo sen
trabajos de hostelería que no querían ser hechos por ingleses. Ella me había dejado café preparado, oí a Rebeca hablando por teléfono en español, y pensé que seguramente estaría hablando con algún familiar o amiga de España. Miré por la ventana, y vi que el panorama era
andando intentando encontrar el restaurante, dando vueltas como una idiota entre varias calles,
o John, especificando que aquel era su nombre inglés, me dijo que pasase a un lado de la barra donde había un cuartillo. Enseguida llegó una mujer inglesa de unos cuarenta años que se presentó como Elizabeth, vestía toda de color ne
que me envíes por email tu cuenta bancaria
a atención mirándolo, era alto, de pelo castaño y ojos claros, era impresi
esta es Selena, trab
o sin darme demas
rga de gestionar el restaurante por
ntí mientras volví
igable. Después, Elizabeth me presentó a Michaela, era una chica de
tres días después, ni siquiera esperaron a que pudiese abrir la cuenta bancaria. Como
ichaela con paciencia, no entendía como podía seguir manteniéndola.
i podré
a contigo misma, todos los
una amiga a parte de mis compañeros de piso, más que nada porque
te tocará cerrar el restaurante, solo una vez al mes, pero
en las notas del móvil al acabar el turno, si conseguía
había bastante buen ambiente. Entre las tardes interminables y las mañanas en la universidad, no había podido quedar
ano y del sur, ya que el prototipo de muchacho moreno del sur no lo tenía en absoluto. Aunque era cierto que no sentía que me prestase demasiada atención, ya que hablaba prácticamente con todas mis compañeras menos conmig
estudiar, aunque me había costado bastante coger el metro durante una hora y media para acabar en la otra punta de mi casa. Que la fiesta fuese en casa de Alessandro y él también me hubiese insis
ntes de entrar y desaparecer yendo hacía la cocina. Habíamos quedado antes en un punto cercano pa
nto en el piso de arriba como el de
de la república dominica, y que hablase español y su carácter cálido
es bebe
a aquí. No esperaba q
amigos, te entiendo, yo tampoco conozco prácticamente a nadie. Además, casi nadie de la planti
el salón con vestidos cortos y me sentí ridícula por haber llegado con
ado mucho
la zona tres, más
vito a una barbacoa en mi jardín
sta el
la cocina entre decenas de botellas
je antes de pega
ompañado a una rubia guapa que parecía inglesa agar
icos. ¿T
algo incómoda, veía que Ale
jo antes de desaparecer con ella, la rubia prácticamente se
sexy y no me hubiese importado haber tenido algo con él. Necesitaba cariño y Londres igual que es enorme, te h
r algo físico con él podría estropear nuestra amistad. Que hubiese bebido cuatro cervezas también me hacia tener esa clase de pensamiento
hola..
dije s
. Soy un maleducada, siempr
ie
dres? ¿Qué tal
te y dev
e enti
has deja
o a buscar a Mickaela. Son los ún
gente, a la gran mayoría tampoco los conozco yo _ yo sonreí y hubo un silencio incómodo entre nosotros de algunos
ada, no te
dad no hay mu
as me dirigía la palabra, aunque le había pillado varias veces obser
preguntó para continuar aquella improvisada c
voy al gimnasio o
univers
Ang
es posible que nu
gía, estoy en la
y a la sede más alejada. Ya me extrañaba, me hub
e no... iba muy bebida y en un primer m
e enseñe mi hab
Sí, supuse que podía
para ir a entrenar y hago ejercici
mal plan ver la habitación de Alessandr
vo en una puerta blanca con un candado,
Luca invita a cualquiera y no quiero que me r
lessandro aquella palabra me gustó. Abrió la puerta y pensé que aquello no estaba mal, era al menos tres
s ordenada de
o muy ordenado
le pregunté al darme cuenta de que t
sup
ejercici
, ¿Cuales haces
nta e hice uno en el que tenía que ponerme a
í y me levanté algo mareada, cuando estaba bebida per
reguntó mientras él se sentaba sobre el
justo a su lado, entonces cogió mis pi
s cómo
_ dije
qué t
imginando que John o M
o pasar
algo gracios
tamente de una vez por todas que me estaba tirando los trastos. Siempre había sido muy l
e las caderas y me colocó encima de él mientras se
ando, aunque yo quería ac
as metía su mano derecha por la parte trasera del p
an miembro debajo de mí y de
zó a besar mis pechos mientras bajab
s tan
ra Luca, su amigo, pidiéndole que por favor le ayudase a meter a uno de sus a
ientras apoyaba la cabeza en mi hombr
se no te
oy oc
follar un minuto y ayúdame
ló y yo me sentí
rustrado. Me miró fijamen
no... ¿Puedes esperarme aquí y s
con John y Mickaela debajo en la fiesta, ¿Y si nos descubrían? Seguramente a Alessandro le daría igual porque tenía pinta de hacer eso todos los
es mejor q
_ dijo so
rabajar y no se si
podría rematar la faena sin problemas con la chica rubia que seguramente lo esta
erviosa y me dispuse a salir por la pue
tonces nos vemo
í.
todo aquello y fuese tan bebido como yo. En ese momento se apartó, le dije adiós y salí rápido sin esperar contestac
ue nos habíamos besado en su casa no nos habíamos visto y no habíamos vuelto a hablar. Era cierto que no teníamos nuestros números de teléfono, per
ores para ponerme el uniforme. Al salir, vi a John, estaba limpiando la cubertería en la cocina y me ofrecí a ayudarlo, hablar con
mi turno h
Tienes algún p
serie tumbado e
_ dije b
o me hacía sentir segura. Después de acabar con la cubertería, Alessandro me pidió serio si podía colocar las estanterías d
bía vuelto a verlo, suponía que había estado encerrado lo que quedaba de mi turno haciendo cuadrantes de horarios en la oficina y para mí era m
ojo a Alessandro aparecer en la barra. Se acercó a mi por detrás y pude sentir su respira
bajo antes de terminar?, nece
gir al máximo que no sentía ningún tipo de atracción por Alessandro, aunque
sótano, ninguno de los dos dijo nada, hasta que llegamos a su d
cosas, sobre todo
al
ciendo y tú a
nerviosa
sa y supe que era evidente que delante de é
la
me _ dijo mirándome de arriba abajo , y
me segura delante de él, pero maldita sea
la fiesta? _ me dijo pre
do el tema me siento
endo con esa sonrisa caut
, no sé... _
? _ dijo riéndose y yo
isfrutand
acercándose a mi tanto que
lla con su mano derecha, me mir
iento de nada, solo de no haber matado a Lu
quello me gustó e hizo que no pensase en nada durante algunos segundos, hasta que puse sus m
erta con llave, espera, no te muevas_ me susurró mientras se alejaba de mí
go, llevarme al límite y hacerme disfrutar para mostrar que él dominaba toda la situación, incluso mis instintos más primarios. Separó mis pierna
za hacía atrás. Mi respiración se aceleró y empezó a mov
gusta
lo hacía y esa pregun
dije en u
te dentro de mí. Me impresionó lo directo que había sido, y como no había tardado nada en meterse directamente en mi entrepierna, me había quedado
onzaba pesar que alguien de arriba pudiese oírme gritar así. Seguramente pensarían "Oh ya en
lo había hecho con otras compañeras mías, pero intenté quitarme aquella idea de la cabeza que no me había gustado en absoluto tener _ aunque tengo que decirte qu
ntirme llena por él por completo, pero lo que estaba haciendo lo hacía tan terriblemente bien, que sabía
así no podr
sabiendo perfectamen
me _ dije alg
r al orgasmo, parecía que él también disfrutaba con eso como yo, haciéndome p
ergonzada, nadie imaginaba lo que había ocurr
e turno por favor, luego puedes irte _ d
l estaba disfrutando de que me sintiera avergonzada y culpable por lo que acaba de ocurrir en el sótano a la hora de hacer el inventario. Es
solas con él tenía claro que lo haría, haría lo que me pidiese que hicies
stían, y descubrir que podía tener orgasmos múltiples, aunque supongo que eso solo me podía suceder con Alessandro. Cuando me tocaba y acariciaba activaba algo d
idente. No sé como ocurrió, pero llegó un momento en que todo el mundo sabía que Alessandro y yo nos estábamos viendo, supongo que nuestras miradas, sobretodo las de él y las continuas visitas a solas al sótano para hacer el "i
arcas falsas, ir a cenar a los restaurantes de debajo de nuestras casas, y pasar nuestros días libres, que Alessandro hacía q
nque ninguno de los dos lo dijese en voz alta. Después, también al poco tiempo, me di cuenta de que observaba demasiado si hablaba con mis compañeros hombr
_ dijo con voz suave m
do mis pechos, no hacía falta que me lo dijese ot
ció mi pierna derecha hasta l
me avergonzada. Podía mostrar mi parte más oscura e intensa, dejando aparte la imagen inocente que había estado muchos años dando en mi ciudad natal. Era divertido, como una especie de juego sexual morboso que compartíamos los dos, m
n su mano izquierda sujetaba mi cintura y con la de
uanto deseaba esto _
ado de cero, no tenía ninguna imagen que mostrar. Era una gran ciudad donde todo el mundo hacía lo
lo haces est
mente sentía que él estaba cruzando la línea, me contactaba constantemente y tenía miedo de que quisiese exclusividad por mi parte. Él era un seductor c
essandro más insistentemente mientras entraba y salía de
evitar decir lo que deseab
masiado sexo... sí, claramente podría catalogarse de una relación tóxica, si no fuera porque también había mucho amor, pero de ese intenso de qu
le conté mi infancia llena de peleas por parte de mis padres, las infidelidades de mi padre a mi madre, y como mi madre decidió acabar con su vida con una ingesta a propósito de sus antidepresivos habituales. Le conté como prácticamente Andrea y yo habíamos pasado la adolescencia solas mientras mi padre estaba inmerso en su trabajo en la gestoría y sus av
peré encontrar más que eso en él. Es extraño cuando la vida te sorprende con alguien que de verdad te comprende cuando menos lo esperas, y aún era
viese que terminar, Alessandro y yo teníamos los días contados. Él ni siquiera lo sabía aún, pero tenía claro que iba a marcharme a Madrid, aquel era el lugar indicado para continuar la universidad e iniciar un nuevo camino al lado de mi hermana Andrea. De todas formas, no podía continuar la universidad en Londres porque mi beca Erasmus terminaría, y la sede de Tarragona me había
a descubierto una versión de mí diferente, más alocada, segura de sí misma, madura y sexualmente desinhibida, pero ya era hora de salir de aquella espiral de fiestas y amistades que iban y venían, para volver al mundo real. Londres estaba bien
Tower Bridge, y Alessandro me había enviado su ubicación exacta para encontrarnos. Lo reconocí a lo lejos,
eer que lleg
a vez que quedábamos al menos quince o veinte minutos, por lo que a veces sabía que él llegaba
te manda
á? ¿Cómo e
Alessandro y yo teníamos algo. Y no se equivocaban, él me había dicho que no sucedía nada, pero yo había decidido cambiar de tra
os. Principalmente por nuestras fotos en nuestras cuentas abiertas de Instagram, así que Alessandr
cuando estabas tú, pero aburrido, el sótano
río no impedía que Londres estuviese repleto de gente. Debajo de nosotros el Thamesis se
el trabajo? _ me
, los niños estaba
ibres en el restaurante
nquila cuidando a tres niños que llevando ban
exag
ado ya un not
ja tu prima, seguro que estarás más tranquila. Y si no e
uscar ningún
rabajar, pensaba que era un
no pude evitar poner la voz algo triste, él me m
rido algo? _ dijo mostrándome su habitual pro
o, est
ces que
explicación, aquello sería fácil para mí pero muy doloroso para él. Alessandro era fuerte y su apariencia era dura para todo el mundo, pero
a i
guntó confuso si
e volver
a España? _ pregun
con una beca de un año y si quiero terminar la unive
tó enfadado, su cara mostraba que es
dos sabíamos que est
rás por ti!_ gritó Alessandro enfadado y una pareja que cami
tono bajo. Él me miró completamente l
Pero yo que soy para ti? ¿Qué soy solo un polvo? ¿Alg
lo eso... pusim
yo me hubiese quedado aquí p
da hacía las vist
o dejaste claro desde un inicio, que era impos
to de haberte dicho eso, no lo
do me vaya conocerás a otra chica, estando aquí y lo que tene
ano en mi cintura y me at
e pidió intentando parecer más calmado a
evo y pude ver como su mirada brillab
o ya no quiero estar aquí si no estás tú, estoy
esta vez yo sin poder
é contigo a cualquier ciudad de España, o de cualquier luga
rid, en un pequeño estudio que Andrea me había ayudado a alquilar haciéndome de aval. Yo continué la universidad en un tercer nuevo ca
ar carísimo, pero Alessandro me dijo que no me preocupase por el dinero. Él tenía un buen status económico y u
al a causa de su experiencia en management y su currículum, y yo al poco tiempo ent
bados juntos en la impresionante gran vía, o perdernos durante horas por el parque del retiro los domingos soleados hablando sobre como nos había ido la semana, no
lo que teníamos Alessandro y yo me parecía