Natalia: La temperatura de hacer el amor
ías, semanas, meses y años. Pensar en darle una oportunidad era para mí una decisión algo delicada, ya que el mal recuerdo de Sebastián me respiraba como una espina en la nunca. ¡Diablos!
do sinsentido alguno, pero eso sentía. Sé que Rodrigo e
tó totalmente desnudo, al igual que yo se colocó una
¿Vas a alguna fiesta de disfraz a esta
l para quitarle las sábanas,
amá! -l
pasa,
do -le respo
é? ¿Qué hicist
o es lo único que se
ver a mi hijo desnudo? ¿Pas
su madre que ya no era virgen y que había pasado la noche
llovía fuertemente? Su madre no quedó del todo tranquila con la respuesta, y estuvo pensando qué es lo que había sucedido realmente. En mi casa, yo, al igual que ellos me encontraba desa
por lo
a contagiosa pero para los de su tipo, puesto que, en mi solo había furia y enojo. Su cara cambió por completo. Yo solo lo ignoré toda enojada, sin saber aún que, él era mi e
mucho menos lo que había sucedido entre nosotros, pero tampoco podía especificarle. Al llegar a la universidad, allí estaba Sebas
rle una fuerte bofetada que lo hizo enojar grandemente. De la nada me tomó por el
-le pregunté intentando quitar su
al llegar logrando quitarme a Sebastián de enc
s matar? ¡Eres un cob
ra -me dijo e
e fue. Mientras que, la mayoría de los jóven
o, de la nada llegó mi
se te ocurre tratar así a mi amiga? -
callate mariposita -le dijo
urlaba de mi mejor amigo por ser gay? ¡Rayos! ¿Qué me est
eso que me aca
as pendejo? Te
bre a pesar de todo. Aquella bofetada y golpe en sus testículos, dejo llorando como a un
as pagarán, y sobre todo, tú,
ás bien? -me p
nderme, gracias a
mos a ti -me dijer
al baño, para limpiar mis rostro y desinfectar mi cuello de las manos de Sebastián. Estando allí no sé có
ti -me dijo Vanesa
é te ha pasado? -me dijo ob
dijeron ellos
to, ¿No le d
que somo
es que notan algo extraño
tus mejores amigos y te
iré-. Perdí mi virginida
-gritaron