SIN SEGUNDA OPORTUNIDAD
EL
una conversación de varias horas donde retomamos el tema de cerrar círculos, de pasar la página y seguir adelante
terminarás com
montañ
s mi punt
los dioses, ya sé q
existen cancion
ese tipo de canciones, la mayoría de ahora son pura basura, no habl
despecho, tenemos
él no quiso ver lo bella que es y no pudo luchar con fuerzas contra todo por ella, entonces no la merece. Creo
a veces me das miedo con tus reflexiones y
ofa, sólo digo que debemos analizar bien las cosas, rec
el plan amiga; encontrar una pareja, uno que te apoye y llene tus días de alegrías y que este para los momentos de tr
que nos haga mejor pe
descansa, mañana iré a pasar el día contig
mientos hacia Patrick, quiero dejarlo pasar, hacerlo a un la
poso tuyo, para que
ta con un amigo que llego
os una comida afuera,
vamos en
ran, yo pong
uesas a la parrilla o a parrillita , ll
olate, porque acabar
loca, pero te adoro.
noche
pensar en todo lo del día, además que me si
amientos hasta que logro
*
la he dejado abierta por lo que están entre adentro y fuera en el árbol cercano a esta. Los veo revol
lotean más y su canto es más intenso mientras van de un
i favorito. Mucha gente lo ve como un color triste, pero yo lo ve
nuevamente a mi habitación, muy despacio dejo en el marco de la ventana los
la mañana, entonces comienzo a preparar la comida coloco l
s ingredientes a mano para hacer pa
ntras mis manos unen la masa sigo la letra con el fondo de la canción, amaso con fervor
cucho a Anm gritar
tiro la porción de la masa y continúo con más efusivida
rmina, escucho ese ton
el ceño pues no lo conozco ― Eres el ángel de mi vida, quien será la madre
as barbas me persiguen, cuerpo esbelto mas no excesivo, podría jurar que todos los músculos están en su lugar y una mirada, ese color de ojos casi que amarillos, son muy singulares, l
esposo Nelson, pero luego de que me saludan el amigo que aún
rte o sólo recitaras un gui
a con voz firme, pero no menos sensual ―No soy un hombre de
das sentir todo eso. Ni siquiera me conoces, no nos hemo
a, que en dos zancadas esta justo frente a mí con el mesó
entera al escucharlo afirmar con tal convicción, en el fondo quiero ver hasta dónde lo
fundo, s
ndome a los ojos mientras el deseo nos invade me hace estremecer, da dos pasos más y quedando a mi lado se recuesta del mesón de frente a m
an Yakovlev, el h
o sus labios casi rosan los míos mientras n