Entre dos hombres
r, es por saber que me habían ingresado como paciente en el lugar don
l analgésico y los calmantes que seguro me dieron, no lograba regresar de
eso se nota su edad. - Ya era hora que despertaras, ¿has estado durmiendo bien? Te ves
esora en la universidad, eminencia en la salu
e quite la pesadez de la vista. - claro que estoy cansada, un estúpido que re
ba y cerraba el gotero del suero don
es mi trabajo y aún falta tra
quité el catéter intravenoso de la mano, las sa
haciendo? -gritó alterado
. -Respondí
ue dormí? Tuvo que ser mucho para que mi esposo susp
ún. -dijo mientras se calmaba, me tomaba en
blaba con cariño, parecía que yo era el centro de atención, pero basta
preguntó nuevamente. -¿S
ajo que Imelda pareció pensar que era
nocieran así en el hospital, pero es mi asun
ria, y no se me olvida que decidió irse de viaje justo en nuestro aniversario número 5, dejando
nosotros y voy a compensarte todo. Es más, si te sientes incomoda pediré que te den el alta, yo mismo te cuidar
no sé cómo estar alejados puede ser "algo bueno para nosotros". Estuve toda mi infancia sol
z minutos antes
sonrisa de par en par y una silla de ruedas completamente in
ero debes obedecer indicaciones y descansar. -
odo, no quería discutir por la silla, ento
parecía que flotaba, eso hacían ver las ondas de su cabello, dios mío, es el hombre
illa de ruedas, comenzó una taquicardia, desde abajo se po
usted no había recobrado el conocimiento. -dijo en un tono agridulce, podía sentir que se
do de casada. Me gusta usarlo, es mejor que Expósito,
ión de las licencias de conducir falsas.-dije con sonrisa sa
la sonrisa sarcástica, def
er. -Dijo extendiendo su mano hacia mi. Es como
insistencia sin tomar su mano, él
nductor, mi esposo estaba felizmente ocupado firmando los libros de las
tirarse, nadie toma en serio a u
algo rápido. - dijo en tono tranquilo y despreocupado, como s
matrimonio y otros tantos de novia
ue mi cerebro considera el responsable de mi fatídica entrada al hospital y mis a
pueden ir limando asperezas. - dijo Christian tr
di cuenta que el pésimo conductor es médi
a evitar estrellarse contra una madre y su hijo, dió c
a manera, no era
irme de aquí antes de
nada y mientras apoyaba el codo de la silla de ruedas, mi mano t
e nombre "Maximiliano" y profesión "medico", tomó mi s
cuela de medicina no terminaba de convencerme y debía leer tod
ar al auto, uso su mano derecha como apoyo de las mías y con su mano izquierda cubrió mi cabeza
sonrisa en su rostro, aun con una de sus manos apoyando las mías y otra bajando por mi cabello
cas? -pregunté con amargura. -No te preoc
e, ví sus hoyuelo
s quita la molestia en cuanto me ven
atre
uedo escuchar mi corazón, las sístoles, las diástoles, ¿cómo
lorando, doctor Maximilia
unos diez
imando, doctora Montenegro. - carc
curiosidad. Aunque me muera de ganas. Pero ¿ser