icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

La esposa que el CEO abandonó

Capítulo 2 El hombre misterioso

Palabras:2672    |    Actualizado en: 09/01/2023

que había pasado. Por pura suerte para mí, Alexander se había ofrecido a pagar hasta el último centavo de los servicios funerarios de mamá porque mi padre no habría puesto ni u

estuvo en el funer

ba Alexander por haber estado con mi madre. Yo sabía que lo culpaba por su muerte, pues mi padre siempre tuvo esa idea retrógrada y machista de que el

ó a pesar de que mi madre era una mujer difícil de tratar y sobre todos, la quería sinceramente, n

iba con él, yo tampoco lo hacía. O a veces ellos dos salían solos y me quedaba sola en el departamento. Sin embargo, sentía la distancia, pues cuando estaba con mamá, él siempre estaba presente enviá

a sentir tan diferentes

asarme con un buen amigo de él y no había podido parar. Todo se había vuelto oscuro y lúgubre de un momento a otro y apenas empezaba a asi

dejó de ser una presencia importante cuando tuve varios padrastros. Iban y venían, ya había aprendido a no encariñarme,

vía como adorno porque jamás había ejercido. Y apestaba. Fue hasta ese momento que me di cue

morir tan joven y de manera

en un hilo de voz—. Al

rás en

l tipo? Papá era lejano, pero no era un maldito, tampoco me entregaría a un hombre criminal o maltratador o violador o algo así. Tal vez era

ás o no,

e cabello negro salpicado de canas y tez morena. Infringía respeto en todo aquel que viera, su mirada seria y su inexistente sonrisa le daban toda una pinta de ser un hombre duro de roer. Y tal vez por

aceptar su oferta. Ni si

más, de tener su favor, además de que era bueno conseguir lo que quería solo con una sonrisa. Pero en

ncogiera de hombros, apartara la mirada, se diera la media

me indicara en qué dirección inclinarme, pero era la nada. Demasiado bueno en ocultar sus sen

rada oscura y apacible, sup

la mirada—. Ya sabes

si lo imaginé o había sido real. Pronto, su semblante serio caracter

ió en tono tranquilo—. Buscar

—repliqué algo segu

rabaja

en ningún momento nos perdió la pista. Seguramente sabía todo sobre los ex de mi mamá, pero jamás le importó ver que su hija vivía

ología, pero no era ningún secreto que mi familia s

no entiendo porqué me haces

irritado y fue a la cocina

un sorbo—. Escucharlo de ti te hace avergonz

qué pasa? ¿Consigo trabajo de repente?

y un cuerpo que no era decrépito, pero cuya edad ya se notaba. No era ni de cerca como mamá. Pero ella

ficaba que m

odo fuera maravilloso—. Espero

dad en otro país que ella decidió juntarse con mi papá, así que no le había caído en gracia que la única hija de mi padre; su pareja, hubiese llegado a su vida y a su casa (c

ersonaje y no

si no que probablemente ella le sembró la idea y papá la cosechó. Lo único que sabía de Miranda era que conoció a papá en un viaje que hizo al Caribe

en cuanto el dolor por la pérdida de mi madre aminorara. Trabajaba en u

en quie

o iba a soportar que me tratara de lo lindo cu

de ahí a grandes zancadas. El rostro acongojado de Miranda

a habitación de invitados—. El fin de semana habrá una ga

da más que me avisaran cuando

* * * * *

el todo algo de lo que enorgullecerse, sobre todo cuando las noticias solían acomodarlas conforme mejor les pareciera a ellos. Les daban información a los televidentes, pero

e era feliz escuchando y viendo lo que querían. Papá decía que hacía un

pensaba, nadie me ofrecía algo a mí. Era como la rechazada del lugar, no la hija del dueño de la empresa. Había un par de periodistas acosando invitados, había mesero

lo más estable que tuve. No, mi hogar era mamá, era viajar con ella, acompañarla a conocer hombres, irnos de crucero. Y después mi hogar fu

pié rápidamente mientras fingía estar entre

cción de tres pisos y algo torcida cuan

e traje elegante, barba de candado perfectamente recortada y una mira

gradable—. Estoy escapando de un proba

cluso un poco más joven, vestía de forma elegante, pero su porte desencajaba co

qué? —pregu

ver que los ricos cometen errores, cualquier chisme y se sienten realizados —bebió un s

vía incómodo, como buscando a quien más molestar o tal vez buscando a

ejan entrar a

e cómoda—. Es un crimen y la gente se voltearía. Prefiero que

me acosaron periodistas, ni a mi mamá. Y eso que el divorcio de mis padres pudo haber dado mucho de qué ha

tendió su mano, un anillo de mat

oz altanera <<Tú mereces ser la primera y la única>> la recordaba pintándose las uñas <<Si vas a amar a alguien mereces que te ame. Y que te ame con todo, no a medias>>. Además de que no podí

no. De cualquier forma

sencillamente—

Como Torib

es mi

, miedo o triunfo. O una combinación de las tres. De cualquier for

acostumbrada con Alexander y mamá, de hecho, me sorprendió no ver a Alexander ahí, pero él estab

n alejado. A simple vista parecían solo estar charlando, pero mi padre se veía tenso y Miranda estaba irritada. Yo sabía observar e int

illoncito. Escuché perfectamente las últimas pala

re—. No contesta ni mi

ido una bu

sacó su teléfono—. Si incumple su par

turo y si no le había respondido, sig

Obtenga su bonus en la App

Abrir