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La falsa esposa del Mafioso

Capítulo 3 Afrenta al corazón

Palabras:2185    |    Actualizado en: 04/03/2023

a al c

tar que durante toda la noche su alma se refugiase en la comodidad del llanto para controlar el desaliento que le inundaba en esa vida suya, que era un mar de dolores acumulados. No solo era aquel matrimonio al que había tenido que acceder sin siquiera saber nada del hombre al que recibió como esposo y que ahora sabía que no era más que un vil patán; sino que se le sumaba todo ese acumulado de miseria y angustia que había vivido du

mientras durase su farsa de matrimonio, Eli no pudo evitar ahondar en el recuerdo de ese pasado, si

ubieses podido

sas de la misma desgracia, Laura se le había adelantado. Ella quien le había salvado la vida no solo de manera metafórica, sino que realmente había tenido las agallas sé lanzarse delante de un camión para salvarla cuando estaba a punto de ser arrollada, se había convertido para Eli en esa brújula que marcaba su norte; una brújula que se fue de su lado el día que descubrió que el hombre al que había amado con toda su vida y por el cual había sido capaz de enfr

sola y perdida en el rumbo de la vida, ahora que no tenía a Laura para sentirse con ese apoyo de siempre; ahora, en cambio, se encontraba ante las palabras que ahora tenían un sentido completo cuando recordó como Laura le hizo prometer que cuidaría a su hijo en caso de que ella no estuviese. Desde entonces el pequ

letos de atenciones y cuidados, pero sobre todo cuatro años donde aquella promesa a su amiga había quedado saldada. Pensando en todo esto, Eli se logró adentrar en el mundo de los sueños, pues la calma le visitó al ser capaz de recordar que si había aceptado aquella locura de ese matrimonio misteri

la idea de visitar ese despacho esa misma mañana, Eli salió de la cama luego de haber cambiado su ropa por un conjunto mucho más sencillo que aquel vestido blanco que había llevado en la noche

acho que coronaba un pequeño, pero lujoso, edificio de seis pisos. La puer

la que había negociado todo aquello le dijo, apenas la vio a

io un paso adelante y cerró la puerta de tras de sí. Con un gesto rep

a justa entonación que necesitaba. Ella no buscaba la confrontación, pues no le convenía en su posición, pero sabía que debía hacer notar su pos

nasales le retumbaran como insufladas por una reacción demoledora―… no puedo creer que hoy que deber

ese detalle como si lo que decía Gena era a

negocie como un acuerdo cualquiera… pero si lo que le preocupa es eso, déjeme decirle q

a aquello. Ella parecía esperar otro tipo de respuesta, p

ada más, si él te quiere para tenerte solo como un trofeo allá él, pero t

tá pidiendo que me co

e importa es que ese matrimonio no se desha

uel gesto calculador de la bruja vestida a la moda que la miraba desde

e con saber que es eso lo que

dad de condiciones en esa conversación, por lo que sin quedarse en el margen ante ese ataque, Eli salió a

a su palabra y ayude a mi hijo… yo ya cumplí mi p

Eli no tuviesen sentido para ella. Gena era un despi

ese hospital sufriendo por u escuincle que ni siquiera tienes seguridad de que pueda vivir y ahora yo te he llevado a estar casada con un hombre que aunque

mo Eli subiendo la voz al descubrir que las palab

te cuenta de que la oportunidad de vida que tienes delante de ti es más grande de lo q

espiadado que era su corazón. Era increíblemente incuestionable que esa Gena era solamente una cara bonita, pero det

de decirme ese montón de estupideces como las que acaba de decir, es mejor que me avise de una buena vez y no me haga perd

torio todo ese tiempo, pero al decir esto último afincó sus puños sobre la madera

ico? ―fue lo único que G

ué tendría que hab

e tuvo que contener la rabia que había manifestado reci

acuerdo que tenemos, te recomiendo que salgas por esa puerta y regreses a la casa de tu marido ―Gena se puso de pie, pero sin expresar de ninguna manera una muestra de descontrol, ella era todo modales y estilo a pesa

odía mantenerse oculto en su corazón ese cúmulo de rabia que estallaba

ecentar una enemistad con esa mujer de corazón impuro, pero no se quedaría de br

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1 Capítulo 1 En un hospital2 Capítulo 2 Una difícil decisión.3 Capítulo 3 Afrenta al corazón4 Capítulo 4 Un golpe de mala suerte5 Capítulo 5 Reacción natural6 Capítulo 6 Un interés personal7 Capítulo 7 Sensaciones del corazón.8 Capítulo 8 Un vaso de confusión9 Capítulo 9 El peso de un pasado10 Capítulo 10 Un alegre despertar11 Capítulo 11 Un desayuno y un par de explicaciones.12 Capítulo 12 La espalda a los problemas13 Capítulo 13 En las entrañas de la organización14 Capítulo 14 El dolor de la incertidumbre15 Capítulo 15 Un inferno interno16 Capítulo 16 Intenciones cruzadas17 Capítulo 17 En sus zapatos.18 Capítulo 18 Una propuesta en un hospital19 Capítulo 19 La mirada de un Ángel20 Capítulo 20 En la oficina de la jefa21 Capítulo 21 Condiciones sin razón22 Capítulo 22 Encuentro inesperado23 Capítulo 23 Impresión contundente24 Capítulo 24 Choque aparatoso25 Capítulo 25 Estallido furioso26 Capítulo 26 Un almuerzo de casados27 Capítulo 27 Preguntas necesarias28 Capítulo 28 Razones y motivos29 Capítulo 29 Un matrimonio de mentiras30 Capítulo 30 La espera interminable31 Capítulo 31 Despertar aterrador32 Capítulo 32 Amargo despertar33 Capítulo 33 Confusa situación.34 Capítulo 34 En el lecho marital35 Capítulo 35 Un momento para los dos.36 Capítulo 36 Plan de perfección37 Capítulo 37 Una vida de espera38 Capítulo 38 Despertar de la bestia39 Capítulo 39 Mundos diferentes40 Capítulo 40 En sus planes41 Capítulo 41 Del cielo al infierno42 Capítulo 42 Sin explicaciones43 Capítulo 43 Solo dos corazones44 Capítulo 44 Lo mejor del mundo45 Capítulo 45 Incomodidad y tensión46 Capítulo 46 Descalabro47 Capítulo 47 Desolador48 Capítulo 48 Una linda verdad49 Capítulo 49 Una bronca indescriptible50 Capítulo 50 La noche en el hospital51 Capítulo 51 Insistencia brutal52 Capítulo 52 El informante53 Capítulo 53 En confianza54 Capítulo 54 De nuevo al ruedo55 Capítulo 55 El médico del corazón56 Capítulo 56 Cataclismo fatal57 Capítulo 57 Encontronazo58 Capítulo 58 Confusión de realidades59 Capítulo 59 Lo que pudo ser60 Capítulo 60 Esquirlas y desgarros61 Capítulo 61 Una petición del corazón62 Capítulo 62 Prisioneros del dolor63 Capítulo 63 Silencio mortal64 Capítulo 64 A puerta cerrada65 Capítulo 65 Diferente perspectiva66 Capítulo 66 Palabras mayores67 Capítulo 67 Pasado confuso68 Capítulo 68 Un nombre sin sentido69 Capítulo 69 La posible elección70 Capítulo 70 ¡Menuda equivocación!71 Capítulo 71 Misterio desvelado72 Capítulo 72 Dilema infernal y un café73 Capítulo 73 Una infinita posibilidad74 Capítulo 74 Indudablemente él75 Capítulo 75 Una caminata76 Capítulo 76 La vida como fuente de verdad77 Capítulo 77 Una conversación más78 Capítulo 78 Impresiones y sueño reparador79 Capítulo 79 La hora de la verdad80 Capítulo 80 La otra cara del millonario81 Capítulo 81 En las garras del dolor82 Capítulo 82 En el fondo del abismo83 Capítulo 83 Desaparición84 Capítulo 84 Fuera de elemento85 Capítulo 85 El bajo mundo86 Capítulo 86 Estimación de motivos87 Capítulo 87 El peor equipo88 Capítulo 88 En la boca del lobo89 Capítulo 89 ¿Final 90 Capítulo 90 Felicidad