Me enamoré de mi padre
poco en la puerta, Analú y su pad
ras? ¡Oh! Buenas noches, señor
decidido llevarlo a otra lavanderí
comportado de esa forma, Analú bajó apresuradament
pe el daño causado - y pr
su traje al piso y desconsoladamente
o, ¿cómo es posible que el pasad
ese de allí por favor
udó a levantarse y al entrar al carr
lla Thoma
ntiendo nada de lo
nacimiento que yo, solo q
Michelini se aflojó su corbata y con una
tentando quedar embarazados, pero cada vez eran menos las esperanzas por parte de los médicos, nunca supimos cuál era el motivo por el cual los fetos no se formaban, por ello dejamos de intentarlo y por
da que se pueda hacer» esas fueron las palabras del doctor Castillo, quien había encontrado una anomalía en la arteria superior derecha del corazón de nuestra hij
ros se acercaron y con destornilladores me quitaron el efectivo que llevaba, por alguna extraña razón se me vino a la mente contratarlos para robar un bebe, era algo descabellado, pero Thomas, créeme que en ese momento no pensaba sino en l
umpo, señor, ¿su es
iesgado que tomar un bebe por fuera. Ahí fue cuando decidí contactar a los malhechores que me robaron aquella vez con la jugosa cantidad de dinero que les ofrecí, empezaron su trabajo de inmediato. «Ya
ucía había empezado trabajo de parto y estaba en la Clínica Farallones, de inmediato sali
ueña, pude ver que tenía una mancha en el brazo, pero fue retirada de inmediato para darle oxígeno, así que no la pudimos besar. Al otro lado de la habitación, se escuchaban los
os brazos a nuestra nueva hija, no te miento
pasó con su h
señor ingresó a la sala donde estaba mi hija y le entonó una canción, luego d
tramos con Thompson, quien nos chocó tumbando el dinero y los papeles que llevábamos, muy amable intento ayudarnos a recoger, pero mi
encionamos el tema con nadie, es más, habí
iente en mi ropa, ella muy amable intento limpiarme y al hacerlo pude ver que en su brazo derecho tení
de dar cuenta del nombre de sus padres y efectivamente se trataba de Albert Thompson y Ana Lucia Ari
venir hasta la casa de Analú y revisar más de cerca su marca de nacimiento, y efec
los duros pronósticos médicos. Me siento una basura, pues, como fui capaz de abandonarla cuando más me neces