Esposa Sustituta
tre, de la misma forma en la que
Los acuerdos que harÃa con Emily, sin duda alguna, debÃ
primera planta de casa, procuraba no encontrarse
u nueva compañera encontrarse esa mañana y de
a en el piso inferior. «Puede que ella t
, hasta ese momento no lograba comprende
isminuido ni tan solo un poco -Emily... - susurró al recordar el nombre de
regresando a la recámara principal. HabÃa teni
ue viera lo que se encontraba en la habitación, rogaba para qu
e lo habÃa dejado, un suspiro aliviado inundó el recinto a la vez en la qu
regunta, era: ¿En dón
, lo harÃa hasta que se sintiera lo suficientemente preparado para enfrent
matrimonio con el heredero; además de eso, la
o era ni en lo más remoto, y eso era
en cada una de las habitacione
, por tanto, tener un hogar con cerca de diez habitaciones no era nada a
su búsqueda, Maxwell regresó al enorme comedor, él aún no habÃa contratado
ente en la mansión?» se preguntó mi
adquirió desde que recibió a su
ver una nota en el refrigerador,
marchó?» suspiró, arrastrando sus pies en dir
encontrara con alguien como yo - masculló
iado temprano con la intención de no encontrarse con Maxwell, no lo harÃa cuando ella intentaba com
sonas lo hacÃan, estaba claro. La pregunta debÃa
ella misma que le costaba,
ella no tenÃa claro en qué trabajaba. Por lo tanto, ella no podrÃa imaginar el horar
con el fin de hacerle una visita a su jefe, pedirÃa
dos, aún faltaba algún tiempo para que su
bÃa gastado su salario u olvidó que
rigió a la oficina del CEO, contin
e «un asunto importante» o eso fue
la asistente personal del editor principal, habÃa escalado en la
l caminar en dirección de la chica. -Pensé que aún e
consideraban amigas, ni lo más cercano a eso, tenÃan un p
jefe - confesó elevando un poco sus hombros. -Sin embargo, está u
en el mismo lugar que Maxwell, quizá su mejor amiga podrÃa ayuda
portunidad de hablar contigo... espera, quiero decir que... no est
habÃa habl
en dirección de su jefe, el cual se encontraba aju
s traductoras de su agencia, pero ¿Quién no lo harÃa? Más allá de las hermo
ya que ella acostumbraba a hablar demasiado; pero, para el callado CEO, esto habÃa sido suficiente. En el mo
tro de la joven, por otro lado, Charlotte estaba luchando con todas sus fuerzas para no reÃ
abiertos de lo usual. -DeberÃa ser más cuidadoso - suspiró