MI VIENTRE EN ALQUILER
Antonella… —Gianna retrocedió un paso hacia
uso sentía que iba a des
to, no puedo confiar en otra persona, y… no olvides que he pagado lo s
e aquella oficina, y en el camino, se chocó con su compañer
da, y con la mente completamente confusa, sacó la mano a u
r y luego se tapó la boca pa
día imaginar aceptar ta
ágrimas, y acomodó su cabello detrás de la oreja,
n gruesos. Esta casa había pertenecido a todos sus parientes, y su
su padre aún continuaba en la parte trasera de la cas
a la abrazó de inmediato como si buscara un re
pero en el momento fueron
el salón de ballet… —sus dientes reluc
e espe
e saliera de casa… solo queríamos verla… solo por
chicas practicand
oco sus problemas, y acarici
os alguna deuda de la casa… y todo gracias a ti… —en el mome
stá aquí? —preguntó Carlo llegando
e afuera! Ensu
nzaron a reír, pero a Gianna l
nto inconsolable, que le borró la felic
bajo? —Gianna asintió hacia su padre, c
su padre cambió de expresión, y le puso una mano
pero tú… tú te encargas de todo, de la hipoteca, de
s condiciones… y si estás trabajando en esa tienda, es únic
su mano, y
usto… no sé qué
uedo creer que vaya a esa academia de ballet… e
y al siguiente día se despertó con los ojos tan hinchado
uando fue a entrar en la oficina de su jefa, aquella que, como
entrar, Antonella se levantó para sal
nto, y luego cami
n señora… tengo que
plió y rápidamente caminó has
, pero ahora ella necesitaba cualquier consuelo, y no dudó
a estría, o rollito de más, pagaré tus arreglos… —Gianna parpadeó va
tonella… pienso en mis p
halándola, la sentó frente a su escritorio—. Escucha, todo continuará igual… seguirás trabajando
do lo mencionó de nuevo, mien
poder continuar con esto, o
r mis deudas… y… después de esto no ten
me deberás ni un euro, además
sus manos, y luego una preg
o? —la mirada oscura de Antonella fue un p
roblema en mi útero para concebir… tú… nos darás la dich
fue a levantarse para irse, An
ónde
da, y alzó los hombros
como siempre
te, tomó su bolso y se
recoge tus cosas, porque