icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

MI PASADO MI PRESENTE MI SONRISA

Capítulo 5  Marcela

Palabras:2642    |    Actualizado en: 31/01/2023

entación perfecta de lo que es la fuerza, ella me demostró día con día que no importaba que tan os

nión libre, sin ningún documento que los determinará como esposos y aunque ante la ley ellos no lucieran como un m

muchos esfuerzos por fin había llegado lo que tanto había esperado, su bebé venía en camino. Fui una bebe grande y con una salud realmente estable y eso había alegrado en sobre manera el corazón de mis dos padres, pero había algo que no les permitía disfrutar de su felicidad plenamente, en ese entonces ellos carecían de ingresos económicos lo cual les impedía poder

distinto, quizás no fue un cambio de grandes dimensiones, pero si era significativo. Al igual que mi padre mi madre también encontró un empleo, ella trabajaba en un c

adres decidieron contratar a alguien que pudiera cuidarme, su nombre era Lucía

quería cuidarla todo el tiempo, pero no sé daba cuenta que a quien estaba descuidando más era a mi, así que yo terminé al absoluto cuidado de Lucía, literalmente yo crecí siendo cuidada por ella. Lucía era la mano derecha de mi madre, ella en su momento termino cuidando tanto de mí como de mi hermana menor y al estar ella a nuestro cuidado la carga que mi madre llevaba sobre sus dos hombros por fin se había desprendido, mi madre podía sentir tranquilidad sabiendo que Lucía se encontraba con nosotras, pero todo eso se acabó ese terrible día del cual mi m

s. Les llevo algo de tiempo decidir sobre Lucía, pero llegaron a la conclusión más obvia, lo mejor para mi hermana y para mí sería estar en una guardería mientras ellos trabajaban y aunque Lucía tuviera años de trabajar con mi familia no podían jugar con nuestra seguridad.

an amoroso como el que yo tuve de niña. La niñez que mi padre vivió era muy distinta a la mía, él nunca recibió una sola muestra de afecto cuando era niño y justamente por eso él quiso ser diferente, el nos dio a mi hermana y a mí todo el amor que le habían negado a él cuando era un niño, él consiguió transformar todo ese dolor en amor, pero mi madre no pudo hacer lo mismo, ella era una persona dura y rígida, ella era qu

re accedía no importando el precio, lo único que le importaba era darnos un momento especial y feliz. Disfrute del amor de mi padre al máximo, disfrute todos sus abrazos y palabras, pero siempre existió un vacío en mi corazón que no podía ser llenado con nada, era el vacío que mi madre había provocado ante su falta de afecto, era como si su corazón estuviera hecho de piedra d

ue mi hermana recibió desde muy temprana edad, su personalidad se tornó arrogante y siempre encontró una manera para lograr opacarme y hacerme a un lado de cualquier situación, no era correcto que sucediera eso entre nosotras, pero lamentablemente sucedió y nadie hizo nada para intentar cambiar algo, o más bien mi madre no quiso remediar lo que había provocado. Hubo una ocasión que jamás podré olvidar, es uno de esos recuerdos que me gustaría dejar atrás, pero aunque lo intente con todas mis fuerzas simplemente nunca desaparecerá, no comprendía el motivo exacto de aquella reunión que ocurrió en esa tarde helada de noviembre, lo único que recuerdo con total precisión es la imagen de esos dos hermosos regalos que eran sostenidos por los jefes de mi padre, el primer regalo que pude observar era muy grande y se encontraba envuelto en un hermoso papel blanco con varias flores y el segundo regalo era mucho más pequeño y de un color azul cielo, pero como sucedía muchas veces, mi hermana fue la primera en escoger su regalo y como yo lo supuse prefirió el más grande, me sentía triste y decepcionada, pe

enerlo, aunque lo que ella quisiera fuera mío, pero en ese instante fue mi padre quien se opuso a la orden que mi madre había dado, él actuó justamente impidiendo que me arrebatan el pequeño regalo que mi hermana había aborrecido

gada y sus ojos eran de un verde brillante, ella siempre fue la bonita y la que tuvo todo lo que deseo, pero para mí siempre estuvieron las sobras que ella dejaba, así que termine literalmente deseando ser igual a ella, quería que mi madre me amara como amaba a mi hermana y eso era un error, nadie es igual a nadie y aunque lo quisiera con todas mis fuerzas, jamás podría ser como mi hermana. Fue un periodo muy difícil, el rechazo, todos los complejos terminaron destru

o único que conseguían era hacerme sentir aún más insatisfecha conmigo misma, me pregunte muchas veces porque yo no podía ser diferente, ¿Por qué yo utilizo lentes? ¿Por qué yo soy gorda? ¿Por qué aunque l

mi carrera me marcaron de una manera tan linda, que fui capaz de olvidar por un tiempo los terribles complejos que me atormentaron durante casi toda mi

siempre estaban ahí para brindarme su apoyo incondicional, no importando lo que sucediera, estaba segura de que ellos siempre estarían ahí conmigo, y quizás suene extraño, pero con el pasar de los años aprendí a amarme a mi misma y aprendí a amarlos a ellos tal y como eran, eran seres humanos como yo y cometían

Obtenga su bonus en la App

Abrir