Una noche sin estrellas
Ãtu
nocidos hasta q
y todavÃa no habÃa lla
do para hacer cosas arriesgadas, como para irme a un
, celebraban el hecho de que hubieran hecho seis operaciones en la clÃnica en tres dÃa
la noche mientras yo terminaba d
uché que murmuraba una mujer, agarré el control de mando y le subà volumen, reconocà que era la señora McKlein, era la esposa del
lado de la ciudad y de los pueblos cercanos vinieron!, la gobernación debió sab
noche del viernes mientras pasaron un video de lo sucedido, fue grabado por la cámara de un
ia de seguro
ntra su hombro, me encogà un poco cuando mi cuerpo en la televisión impactó contra el suelo, e incoherentemente me llevé la mano a mi cabeza como si sinti
tr
o grasoso y mi cabello; hecho un nido de aves-"...yo estaba en trance, y s
visor, yo le habÃa dicho lo ocurrido, pero no querÃa que se preocup
cada centÃmetro de mi cuerpo haciéndome sentir incomoda. Ella tenÃa u
enojar siempre me llamaba como otra ciudad o paÃs, solo esperaba que no
do de ti, rÃete de sus chistes y si te pregunta algo no seas cortante... y lo más importante adúlame en cada oportunidad que tengas. Tal
una tÃa normal no le dice
do con nadie, me la paso todo el dÃa trabajando lo mÃnimo
de seguro que no m
lo h
hacÃa era colocar música hasta no escuchar mis pensamie
s fiesta universitarias y con tu madre nos escabullÃamos a las mejores discotecas, ¿Cómo crees que conoci
una adolescente desenfrenada que te de dolores de cabeza o que actúe como P
ofunda respiración ante lo que me fuera a decir- Escucha, no te estoy diciendo que seas una zorra y que te acuestes con todos en la universida
dad el año pasado y cuando volvieron a la realidad, mi tÃa descubrió que el sujeto era un estaf
Porque cariño, luego de que seas vieja como tu tia Wanda solo te quedarán los recuerdos de que viviste aventuras estúpidamente increÃbles con personas que aunque no
a Wanda, esta vez
a Fra
ama, se arregló el escote
ejera -se dirigió a la puerta-, vamos,
éz me habÃa dado, la habÃa guardado bajo la almohada, y marqué. No estaba pensando en ese momento y l
soy Francia Miles y q
- - -
portaban como ricos estirados de clase alta, el doctor dijo que tenÃa unas cuantas botellas en su casa y que podrÃan ir para allá a "compartir", me parec
era...
cine viendo una pelÃcula en la enorme televisión pantalla plana, era sobre una invasión extraterrest
observando que se trataba de Estefan, el h
racias
reto cuando en un momento estaba distraÃda. Sus ojos eran al igual que los de su
a mi lado cuando
se andan como e
músculos del protagon
notando que tenÃa alcohol, debÃa tomarl
ico intentando hacer conversación conmigo cuando
sorbo a su bebida lucÃa i
Ãa como si ya hubiera perdido el interé
á en casa -tomó nuevamente un sorbo
también volvà a centrar m
ra humanos/aliens los cuales no tenÃan todos los poderes de los alienÃgenas, solo el de súper fuerza, rapid
o de sexo en la playa, pero Estefan no se quedó atrás, se habÃa quitado los primeros botones de su camisa y se la habÃa sacado fuera del pantalón, se reÃa y comenta
ambos miramos los créditos
eso? -Gritó-, la m
que él-, toda una guerra y cuando por fin ganan el
! -Dijo Estefan sin creerlo toda
gar por mi mareo y porque bebà sent
uno -me encogà d
s lobo, Mario Bros -me sonrió, y debÃa de admitir que tenÃa una sonris
estábamos acercando o estábamos más cerca no estab
arganta reseca-, ¿eso no te vo
go asà como -se inclinó hacia m
el mismo aire y sentÃa e
rar su boca-, o sea que si te llega una
nó de acortar el espacio pegan
ños su camisa y lo atraje hacia mÃ, sus manos fueron a mi cintura atrayéndome hacia él y mi cuerpo parecÃa tener mente propia, me alcé acomodándome sobre sus piernas y él gimió cuando me menee sobre su cremallera, no
a otro siti
omento, ¿por qué no simplem
eja, él rozó su nariz con la
ha para querer seguir en esto con
que no tengas problema en que tu tÃa y mi pa
e pens
eran suaves y cómodos, sabÃan a dulce de manzana, en un momento me mordió el labio inferior deján
s dirigimos a su habitación, al pasar por la sala vi a mi tÃa Wanda montada sobre una mesa y el doctor Chester sentado en una silla viéndola bailar,
os muñecos y peluches de felpa en la cama de Estefan,
os -se justificó al ver lo que yo veÃa-, se
h
nes? –indagué
2
bastant
uilibrio y se acostó en la cama abrazando uno de los peluches t
grad
su lado sin saber exactamente si me iba a b
llà me di cuenta de cuan borracho estábam
u cabeza en
erdido de algo, ¿No venÃa
Ãbamos
hueles a mi m
ra nada
o de modo que él metió su cabeza en el hueco d
te, no hab
ón y yo que
temente-, hueles bien, e
nto pasamos de ser unos adolescentes con hormonas alborotadas a ser h
murió al
comencé a acariciarle el cabello-, ella nunca más me llamó, nunca más la vi, me gusta creer que en realidad
ebÃa de hace
ez él era a
mente cometió un error, un grave error... tal vez no sabemos su
razo por mi cintura, yo lo besé en la
entamente, mi tÃa Wanda salió para esperarme afuera, de seguro pensó que estaba desnuda, observé a Estefan y supe que tras esa apariencia de hombre sexy y seguro, se escondÃa todavÃa un
a con detalles de lo que hizo con el doctor Chester en su habitación dejándome asqueada y la vez asombrada de que de verdad lo hubieran hecho 3 veces
a que yo era la
r esposo era un idiota que la golpeaba, por culpa de él tuvo tres abortos y quedó estéril, su segundo esposo fue un imbécil que la
ya estaba harta
os próximos cuatro meses y no habÃa arreglado nada. Cuando ya tuve todo listo, le escribà una carta a mi tia, explicándole que viajarÃa con el circo Furléz por
a que no me
l lado mi carta en la cocina. La bocina s
o. Me repetÃa mientras observaba por la ven
e mi aventura que no sabÃ